Bienvenido a mi morada.
Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae.
BIENVENID@ A BTS SECCIÓN DE TERROR,SEGUNDA PARTE (?).
¡¡Se recomienda leer de noche!!
LO mismo que la primera,(NO todas las historias son mías...
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Cuando mamá y papá compraron la casa, pensaron que los arañazos marrones en las puertas del dormitorio eran de un perro. Pero cuando hablaron con el agente, dijo que los dueños anteriores no tenían uno.
Mamá y papá reemplazaron las puertas. Pero después de la tercera vez, se rindieron, ya que los rasguños oscuros siempre volvían a la mañana siguiente. Mis padres lo descartaron por tener algo que ver con la calidad de la madera de la zona. Papá dijo que ordenaría puertas nuevas de fuera de la ciudad a finales de mes.
Pero no pude esperar tanto.
Una noche, decidí quedarme despierto y descubrir la verdad. Apagué todas las luces, me acosté en la cama con la punta de la almohada hacia la puerta y me cubrí la cara con una manta, dejando una pequeña rendija.
Las cosas estuvieron tranquilas durante la primera hora después de las doce. Pensé en ir al baño poco después de la una. Si decidiera ir y usarlo, perdería horas de sueño. Luché contra mi vejiga y esperé.
A las dos escuché el primer ruido se escuchó. Sonaba como si algo se estuviera raspando. Como si alguien en la habitación de al lado trabajara en la pared con un destornillador. Contuve la respiración y escuché.
Duró veinte minutos y en ese momento supe que definitivamente había algo allí. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Tenía ganas de correr, pero no podría vivir conmigo mismo a menos que supiera la verdad.
El sonido se detuvo y comenzó a intervalos.
Pensé en ver cómo estaban mamá y papá. Pero a juzgar por todas las demás noches, nadie saldría herido. Lo que sea que haya hecho los arañazos solo le interesan las paredes. Y si esperaba lo suficiente, tal vez podría atrapar al culpable.
Mi paciencia disminuyó a medida que pasaba cada minuto. Mi vejiga palpitaba, amenazando con estallar. Apreté los dientes y apreté las rodillas.
Justo después de las tres de la madrugada, el sonido llegó de nuevo y más cercano. Pude ver una sombra moviéndose en la oscuridad del pasillo.
La cosa, fuera lo que fuera, se detuvo a solo unos pasos de distancia.
Raspó la puerta del dormitorio de mamá y papá. Luego se movió hacia el mío. Preparé mi mano para prender la luz.
La criatura rasguñaba en mi puerta, cada rasguño sonaba como tiza en la madera. Sonaba hambriento como si devorara los surcos.
Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, mis oídos, la parte de atrás de mi cabeza. Quería moverme, pero el miedo me detuvo. La cosa oscura se movió a lo largo de mi alfombra, respirando entre el sonido chirriante de ella raspando la madera.
Era ahora o nunca.
Me levanté y encendí la luz, y luego lloré mientras caía de nuevo en mi cama.
Mamá y papá rasguñaban la puerta de mi habitación, sus ojos en blanco, las uñas llenas de sangre y sus bocas pronunciando palabras silenciosas.
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