Harry despierta en una cama desconocida con un chico de ojos azules, no recuerda nada de la noche anterior solo que se acostó en su cama en la época de 1970 y es 2021.
¿Cómo es que Harry llegó a esa época?
—¿Quieres bailar? —extendió la mano y la tomé sin dudarlo. Seguí a Louis ya que no tenía ni idea de cómo se bailaba, comenzó lento, moviendome a los lados, sintiendo la música, las manos de Louis estaba en mi cuello, intentaba guiarme, era un poco torpe para bailar la música de mi época pero con esta fue más fácil. De repente Louis me besó, sin aviso alguno, solo lo hizo, sus labios besaban los míos con tanta ternura, no sabía que hacer, mi cuerpo tomó el control, lo acerqué hacia mí, y seguí el beso mientras jalaba su cabello, se sentía tan familiar.
Creo que me gusta Louis.
—Lo siento Harry, no debí besarte, me dejé de llevar —Rompió el beso y se alejó, me sentí mareado.
—No pasa nada Louis
—Necesitamos descansar... ven, te buscaré ropa —subió las escaleras y lo seguí—. Aquí se encuentran las pijamas, y por aquí la ropa del diario, en la repisa del baño hay toallas por si te quieres bañar antes de dormir
—De acuerdo
—Puedes quedarte aquí, yo dormiré en el cuarto de a lado
—¿Seguro?
—Claro, no quiero abrumarte, fue mucho por hoy, buenas noches —salió de la habitación.
Me metí al cuarto de baño y me di una ducha caliente para poder descansar, estaba agarrando práctica a bañarme con el yeso, me coloque un pantalón de pijama rayado y me acosté en la cama, sentí el frío de las sábanas en mi espalda desnuda, eran muy suaves. Inspeccione el celular, me daba mucha curiosidad, me metí a todo, apreté todos los botones cuando el celular emitió un ruido extraño y en la pantalla decía Bebé, apareció la imagen de Louis, su voz sonó al otro lado.
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—¿Harry?... ¿Qué pasa? —su cabello estaba revuelto, no tenía camisa, podía ver sus tatuajes del pecho.
—¡Perdón! No sé que hice, estaba metiéndome en todo —me cubrí el rostro.
—Esta bien Harry, hiciste una videollamada
—¿Una qué?
—Es una llamada pero me ves en tiempo real
—Es genial —sonreí
—¿No bromeas con no recordar nada verdad?
—Louis yo... No sé lo que me pasa pero no me siento como Harry, ¿de acuerdo?
—Esta bien, podemos hablar de esto en la mañana, descansa —su expresión cambio a seria y colgó.
No supe a qué hora me dormí, no fue hasta que escuché una música que desperté, fui a lavarme el rostro y bajé al comedor, la música inundaba la habitación.
—Buenos días Harry —dijo Louis mientras ponía una taza en la mesa y bajaba el volumen—. ¿Quieres café?
—Claro, buenos días —me senté en la silla de la barra.