Aaron - En Edición

OCHO

"Gracias"

El alcohol se colaba en mi garganta mientras se escuchaban los gritos desafinados de la gente animándome a beber más.

- ¡QUE BEBA!

- ¡UNA MAS!

- ¡SIGALA!

Estaba tan tomada que las arcadas se estaban haciendo evidentes, necesitaba vomitar, comencé a sentir la vista pesada y las voces lejanas.

NO VA A AGUANTAR...

DIOS....VA A VOMITAR.

- Que testaruda eres Megan, te dije que no tomarás más. - oí la voz de Max regañarme.

- yo e- estoy bien. - No faltó más para sentir mi cuerpo expulsar el alcohol de mi.

Lo siguiente son lagunas en mi mente en el baño vomitando y alguien sosteniéndome el pelo.

- sabía que no era buena idea dejarte venir y aquí estoy yo sosteniendo tu pelo Moretti.

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El intenso dolor de cabeza me obligó a abrir los ojos y cerrarlos otra vez con fuerza.

Maldita resaca, ¿Cuánto bebí?

Con un esfuerzo observo la habitación que no es mía, posters de bandas de rock, algo desordenada la cual reconozco.

La habitación de Max, inmediatamente fijo la vista a mi lado pero se encuentra vacía, con las sábanas desordenadas.

Observo a mi alrededor buscando el cuerpo de el pero no está, estoy sola. Suspiro y llevo mis manos a mi vestimenta que obviamente no es la misma que traía ayer.

¿me habrá desvestido y vestido?

Mierda

La puerta se habré dejándome ver la anatomía de el Max.

- que bueno que despertaste, mira. - agradecí que me diera una aspirina y un vaso de agua.

- gracias, dime qué tan mal estuve. - sonrió y negó con la cabeza.

- lo suficiente para que pensar que te iba a dar un coma por intoxicación.

- mierda... Yo lo siento mucho Max. - nunca había bebido tanto como lo había hecho la noche anterior y me mataba el dolor de cabeza.

- no me pidas disculpas, dáselas a tu amigo. - fruncí el seño al no saber de qué hablaba.

- ¿Amigo? - el asintió algo confundido.

- si... El que te sujeto el pelo y te trajo, no recuerdo cómo se llamaba.

- Max, no se de quién me hablas.

- un chico alto, pelo negro, que parece modelo de Calvin Klein, hasta me hizo dudar de mi sexualidad, dijo que era tu amigo y en un momento no lo creí pero sabía tu nombre completo tu edad y que venías de donde los Baker. - pareció pensar algo más. - de todos modos siempre estuve ahí. - entreabrí la boca, era más que claro quien era.

- Aaron.

- espera, ¿el hijo de Esther, el idiota? - asentí, ¿Aaron había estado sujetándome el pelo mientras yo expulsaba una y otra vez vómito? Dios... Que horror.
Cerré los ojos y comencé a sobarme la cabeza.

- ¿Tu me quitaste la ropa? - pregunte algo incómoda.

- ojalá hubiera Sido yo, tu querido "amigo" fue el que te quito la ropa, aunque no me agrado la idea. - mascullo molesto. - ¿Crees que se habrá sobrepasado?