Aaron - En Edición

DOS

Sonidos a la madrugada

Mire mi celular con los ojos entrecerrados acostumbrándolos a la luz del celular para mirar la hora.
1:32 am.

Luego de dar varias vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño, me di por vencida así que decidí ir a tomar algo de agua. Después de hacer una búsqueda en toda la casa encontré la cocina, cogí un pocillo de vidrio que se veía bastante caro que estaba posicionado en una repisa.

Mientras me refrescaba, yo observaba por la ventana cuando me sobresalté por un sonido. No lo escuché con claridad así que mi curiosidad pedía saber más, Indecisa comencé a caminar tratando de descifrar de donde venia el sonido. Cada vez los sonidos se oían con más claridad.

Entonces escuche bien...
Eran gemidos.

Solo a mi se me ocurre asomarme por una de las puertas entreabiertas, se podía notar que era una habitación de musica. Mis ojos se abrieron como platos cuando note que una morena estaba encima de.... Espera ese es...o no...

Aaron.

La chica lo besaba como si no hubiera un mañana, el recorría las curvas de la chica, en algún espacio de mi mente quiso ser esa chica. No podía negar que Aaron tenia un cuerpo para morirse. Mierda, ¡están en un momento privado y yo estoy aquí como una acosadora! Estaba retrocediendo cuando sentí que algo choco con mi espalda haciendo que causara un grande sonido.
No,no,no,no.

Las cosas no podían ser peores, una porcelana había caído al suelo por suerte no se había roto. Así que solo pensé en una sola palabra:

¡corre!

Con eso obligue a mis piernas a correr como si me fueran a matar. Llevaba mi primer día y ya estaba entrometiéndome dónde no debo. Me metí en mi cama tan rápido como pude, escuche unos pasos cerca de mi habitación. Ese chico de seguro yo no le agradaba. Me relaje al ya no escuchar nada. Con mi corazón latiendo normalmente otra vez, por fin pude volver a dormir, valla noche...sin embargo las imágenes seguían grabadas en mi mente.. Que horror.
Eyy, ¿me estas diciendo que vistes al supuesto chico sexi tener sexo? - yo solo asentí a la afirmación de mi mejor amiga, Sam.- interesante forma de iniciar tu primera noche allí...

La había invitado a la casa de los Baker porque sabia que se moría por saber cada detalle. Así que como era mi mejor amiga, le conté todo, absolutamente todo, hasta los hechos de la noche pasada.

-Quiero ver al tal chico, me gustaría saber si realmente esta bueno. - yo mas que nadie sabia cual eran los pensamientos sucios de Sam.

-No valdría la pena, se nota a plena vista que es un engreído.- dije en un susurro.

Por mas bueno que estaba Aaron, se notaba a lenguas que no le importaba que yo ahora viviera con el.

-Oye, no puedo creer esto- dijo Sam abriendo los ojos como platos al ver el gigantesco armario totalmente lleno.

-No sé que decir, la señora Esther se sobrepasó con esto. - no entendía porque ella hacía demasiado por mi.

Estuvimos mirando la ropa un buen rato, siendo sincera la señora Esther tenia muy buen gusto.

Comenzamos a mirar los vestidos de baño aprovechando que iríamos a la playa.