Suena el timbre del recreo.
Todos salen hacia su respectivo grupo o hacia la cafetería en busca de comida.
Todos, menos yo.
Todos salen y se mueven tan rápido…como manadas de peces en la corriente de agua…
Lo único que yo puedo hacer en este río de gente fluyendo a través de la escuela es sentarme por ahí solito.
***
No puedo ni siquiera acompañar a Link en su viaje hacia el valle Gerudo porque en la escuela no podía sacar videojuegos en los recreos. ¡Ratas! Además, Pablo no había venido hoy a la escuela; y no tengo ni la menor idea de dónde está Canela.
Aprovecho este tiempo para sacar mi diario (¡los varones también tienen uno! No siempre es cosa de chicas…) y ponerme a escribir, garabatear y dibujar. Era mi segunda pasión secreta. Y de ahí saco casi todas mis ideas y pensamientos.
Sí…yo era bien ''inocente´´ y ''bueno´´. Parece que en el trayecto de la vida moderna, cuando un niño crece y evoluciona a un adolescente, se ''corrompe´´: algunos empiezan a usar palabras obscenas, (he oído a fiesteras llamándose "perras" unas a otras) otros solamente tratan bien a los de su grupo de amigos, mientras que el resto le importa un bledo…
Algunos ya ni les importan la escuela o su futuro. Creen que el día de hoy es una fiesta, y hay que divertirse. Solamente se centran en sobrevivir el hoy para vivir mañana, evitando los desafíos y riñas, y entregando las tareas pero sin querer destacarse. En un salón lleno de gente así, es fácil destacarse.
Otros se centran demasiado en un aspecto específico de su vida, como los gorilas: buscando cada vez más músculo a cambio de menos cerebro. También los elefantes: son amables e inteligentes, pero tímidos, no suelen estar en forma y en ocasiones raros.
Algunos empiezan a beber.
Otros inician a fumar.
Solamente lo hacen porque
''amigos´´ quieren tener,
o una chica con quien bailar.
No sé tipo de personaje soy en mi vida, porque salgo a caminar (¿eso cuenta como ejercicio, verdad?) en algunos recreos por la escuela, y también en el parque de mi barrio al atardecer. Además escribo, que es una actividad creativa. Ese último verso lo acabé de componer yo mismo gracias a la técnica del encabalgamiento.
A lo mejor soy un tipo ''equilibrado´´. Menos en el aspecto de hacer amigos. No acostumbro a hablar con los demás.
Y sigo escribiendo hasta que alguien me lo quita de sorpresa.
—Oye, ¡devuélveme mi diario! —protesté.
Espera…no es buena idea que diga que tengo un diario en público... (el lado bueno es que no hay mucha gente en el salón) …y menos enfrente de alguien grande.
Un momento… ¿no es el mismo tipo que conocí en el curso?
—Con que tienes un diario, ¿eh? Vamos a ver que tiene… —anunció el fortachón mientras ponía una mano para alejarse de mí, mientras con la otra sujetaba el diario por encima de él.
Los otros empezaron a mirar la escena. (Escena vergonzosa) Empezaron los cotilleos:
—¿Un chico tiene un diario?
—¿En serio?
—¡Ja, ja! Yo no saldría con él…
—Ese tipo debería dedicarse a los deportes.
—¡Dame mi cuaderno de Literatura! —tenía que inventar algo rápido para salir de ésta.
—¡Jua, jua! ¡Esto es jugoso! —se reía el grandullón.
¡¿¡Jugoso!?! Ahora sí que se las verá conmigo…
Le di un puñetazo en el estómago, con todas mis fuerzas. Mi oponente retrocedió de inmediato para respirar aire, a lo que aproveché para quitarle el cuaderno.
—¿Con que te crees muy rudo, eh? ¡A ver si esquivas esto!
Bueno…sé de artes de combate como la lucha a espada, los ataques Smash y el boxeo (gracias a Punch-Out!!), pero nunca me imaginé aplicarlas en mi nueva escuela.
Mi rival lanzó un puñetazo al estilo de Mr. Sandman (el jefe final de Punch-Out!!) que pude esquivar por poco. Fiu…
—Ja, ja. Parece que pude esquivarlo —me reí en señal de mofa.
—¿Y qué te parece esto?
Entonces él me agarró por el cuello y me levantó en el aire, mientras trataba de liberarme.
—¿Cuál es tu nombre, tarado?
—¡So-soy Marcos! ¡Suéltame! —se me agotaba el aire…
—Soy James. Y ahora, ¡voy a demolerte!
Mientras rezaba a toda velocidad en mi mente para que no muriera hoy, volvió a tocar la campana.
Todo el mundo estaba esperando el golpe de gracia, expectante. Sin embargo, James me soltó y caí al suelo torpemente.
—¡Demonios! —soltó el grito, derrotado.
—Si puedo preguntar… ¿por qué rayos me hiciste eso? —tenía que tratar de poder congeniar con él.
—Para vengarme de aquel choque que me diste en el curso…
—¡Pero no es para tanto! ¡Casi me asfixias! —exclamé. Ya estaba perdiendo la paciencia.
—…alégrate con el hecho de que todavía sigues vivo. Ya he soltado toda mi ira.
¿Su ira? ¿Así que todo esto pasó porque se sentía lleno de cólera?
—Me voy, guerrero Marcos…éste no será nuestro último encuentro… —y se fue, dejándonos a todos con un aire misterioso.
Este round ha terminado por hoy.
¿Por qué en mi primer día de clases me ocurre algo como esto?
Tenía que estar sólo en el campo de batalla.
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Mi vida solitaria
RomanceLa vida nos puede traer todo tipo de sorpresas, desafíos, tragos amargos y victorias. Algunas veces nos sentimos a otro nivel, pudiendo compartir increíbles momentos con nuestros familiares, amigos y el mundo que nos rodea. Creo que la suma de todos...