I Miss You...

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Narra Yui

Otra vez me encuentro en este edificio,  esperando que por algún milagro ella salga. Hace frío pero yo salgo todos los días para ir a su casa, con la excusa de que necesitaba salir más. Una excusa ridícula por cierto, porque yo puedo salir a cualquier hora del día, pero prefiero salir a las dos de la madrugada.

Porque la extraño y mucho. Extraño sus caricias antes de irme a dormir, sus besos, sus sonrisas, sus gritos, sus bromas, su cuerpo, la forma en que me miraba y podría seguir enumerando cosas que extraño de Moa. Me preguntaba si ya tenia a alguien más, si alguien más le hacía el helado de fresa que tanto le gusta a Moa, si alguien más puede tener sus besos y caricias.

Me recosté en la puerta del edificio a donde tantas veces estuve y mis ojos se aguaron, pensando en que tal vez nunca más volvería a entrar allí. Pero tal vez el destino tenía otros planes para mi.

La chica que tanto amé salió, haciendo que casi caiga—¡Lo siento tanto yo... Yui—Murmuró la ultima palabra.

Narra Moa

—Moa—Dijo al borde de las lagrimas.

La vi y me di cuenta de que sus ojos habían perdido su brillo característico, al igual que su pelo desordenado. Había perdido peso y sus mofletes ya no eran tan grandes como solían serlo. Sus uñas estaban mordidas y sus ojitos estaban llorosos.

—Lo siento—susurré, no queriendo que Yui me escuche. Ladeó su cabeza en signo de que no entendía a lo que me refería—Fue mi culpa.

—¿Qué cosa?

—Que rompieramos—En ese momento baje mi cabeza—Fue totalmente mi culpa, de mis celos y se que no justifica lo que hice pero... Yo tenia miedo de perderte y te necesito, porque te extraño y extraño todo de ti, incluso tu helado de fresa, no pude encontrar uno que tenga el mismo sabor de los que tu me hacías. A lo que quiero llegar es que te extraño y...

No pude continuar porque Yui se había tirado a mis brazos escondiéndose en mi cuello, la abracé por la cintura y con uno de mis brazos acaricie su espalda, ya que había comenzado a llorar.

—Volvamos—Dijo sollozando entremedio—Volvamos por favor, ya no aguanto estar sola, necesito tus besos, tus abrazos, tus sonrisas, tus gritos, tus bromas, tus caricias, tu amor.

Sonreí—Yui, dulzura, tranquila, claro que volveremos, pero no justo ahora porque necesitamos hablar algunas cosas y aclarar todo bien ¿Si?

Yui asintió aun llorando.

꒷꒦꒷

Tal y como dijeron, se arreglaron y ellas se están asegurando de que nada ni nadie la volviera a separar.

Tal y como dijeron, se arreglaron y ellas se están asegurando de que nada ni nadie la volviera a separar

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Espero que les haya gustado 

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