Babymetal || One-Shots

Lemon Pie & Homework

Yui era una dulce persona de la que Moa se había enamorado profundamente. Ellas compartían una amiga en común Suzuka, que aunque era un par de años mayor que ellas, las dos era muy cercanas, por eso Moa se la pasaba preguntando por Yui. Por otro lado, Yui no estaba realmente interesada en Moa, no sabía casi nada de ella y realmente no tenía emoción alguna en conocerla.

Un día Moa decidió salir a tomar algo, había estado horas encerrada estudiando y realmente necesitaba aire fresco. Fue a su cafetería favorita y al entrar ahogó un jadeo de sorpresa al ver a Yui allí, leyendo un libro, con varios cuadernos alrededor de ella, un milkshake de lo que parecía banana y un pedazo de algo que parecía ser lemon pie. Ella levantó la mirada, le sonrió a Moa y le hizo una seña para que se acercara.

—Hola Moa—Sonrió la mayor.

—Hola Mizuno-San ¿Me puedo sentar?—Formuló Moa algo nerviosa. Yui asintió como respuesta.

—Solo dime Yui, no hace falta ser tan formal—Rio la mayor enternecida.

—Está bien—Sonrió Moa mostrando sus hoyuelos–¿Qué hacías?

—La tarea que dejó la profesora hoy, pero realmente no lo entiendo bien—Suspiró cansada.

—Déjame que te explico—Moa con la mayor paciencia del mundo le explicó a Yui con calma los ejercicios, mientras la menor explicaba intentaba comer un pedazo del postre que estaba en la mesa disimuladamente, cosa que no resultó.

—¡Oye! No hagas eso, es mi lemon pie—Refunfuñó la de mofletes.

—Vamos, solo va a ser un pedacito, por favor—Pidió Moa con un puchero exagerado.

—Bueno está bien—Bufó Yui—¡Pero solo un pedacito!

Moa sonrió y comió un pedazo, Yui la miró y le sacó la lengua, frunciendo el ceño, fingiendo su enfado.

—Ya, sigamos con los ejercicios—Rio Moa.

Así estuvieron toda la tarde, haciendo la tarea y comiendo. Al final tuvieron que comprar otro lemon pie para poder compartir. Cuando se hicieron las ocho de la noche decidieron que era hora de irse.

—Bueno, adiós Moa, la pasé realmente bien y por fin pude entender la tarea—Sonrió Yui—Sigamos juntándonos para hacer tareas ¿Si?

—Claro, nos vemos Yui—Saludó Moa, sin aún poder creer lo que había pasado, había podido compartir una tarde con la chica que le gustaba.

Habían pasado unos dos meses y ellas casi todos los días se juntaban en esa misma cafetería y ese día no sería la excepción. Yui llegó y buscó con la mirada a Moa, cuando la encontró vio que estaba sentada junto a una ventana, el sol le pegaba en la cara y solo hacía que se viera más bonita de lo que ya era. Yui se quedó mirando lo linda que se veía Moa descansando su mejilla en su mano, con la lapicera entre sus labios y una mueca de concentración, luego de un par de minutos así se dio cuenta de lo que estaba haciendo, solo sacudió su cabeza y fue a sentarse junto a Moa.

—Hola Moita—Saludó la mayor con cariño.

—¿Cómo te va, cachetona?—Preguntó la de hoyuelos levantando su mirada para poder ver a la otra.

—Bien—Sonrió Yui—Oye ¿Todavía no pediste?

—Ah, no, estaba esperando a que llegaras porque si no me comería el lemon pie yo sola—Rio la menor.

—Idiota—Rio junto a su amiga. Luego de calmarse un poco Moa llamó a un mesero.

—Buenas tardes ¿Qué van a pedir?—Preguntó amablemente el chico que las atendió.

—Vamos a querer dos porciones de lemon pie, un milkshake de banana y un exprimido de naranja—Pidió Moa ya conociendo los gustos de su amiga. El mesero lo anotó y se fue con la misma sonrisa amable con la que vino.

—A veces me pongo a pensar en cómo no nos hicimos amigas antes, es decir, las dos somos amigas cercanas de Suzuka y además compartimos clase—Se puso a reflexionar Yui.

—Tal vez pensábamos que no teníamos cosas en común y simplemente nos encerramos en ese pensamiento—Dijo Moa alzando sus hombros, pues en realidad sabía que al menos por su parte no era así, ella conocía a Yui, pero creía que nunca le prestaría atención.

—Tal vez—Dijo la mayor encogiéndose de hombros—Bueno ¿Empezamos con la tarea?

Moa asintió. Yui sacó sus cuadernos y libros y comenzaron a estudiar, esta vez Yui explicándole a su menor quien sinceramente no entendía nada de biología.

Moa realmente no le estaba prestando mucha atención a la explicación de Yui, estaba mirándola mientras escribía cosas en su cuaderno, subrayaba cosas en el libro y le decía cosas que realmente no entendía, estaba más concentrada en sus manos entrelazadas bajo la mesa, algo de lo que Yui casi ni se había percatado.

—¿Entendiste?—Preguntó Yui girandose a mirar a su acompañante.

Yui se encontró con la mirada de Moa quien estaba realmente cerca de ella—N-no—Respondió la menor girando su mirada.

—Ay niña, presta más atención—Rio Yui totalmente sonrojada.

—Aquí está su pedido—Dijo el mesero llegando con la comida sacándolas de ese momento incómodo.

—Muchas gracias—Sonrió Moa dándole un sorbo a su bebida. El mesero se fue dejándolas solas nuevamente—Bueno, explícame de nuevo, cachetitos.

Yui rodó los ojos divertida y se dispuso a explicarle a su amiga nuevamente las cosas.

Luego de unas horas allí y ya habiendo terminado su tarea decidieron volver a casa.

—Te acompaño hasta tu casa ¿Si?—Habló Moa cuando estuvieron en la entrada de la cafetería.

—Está bien, vamos—Respondió Yui entrelazando la mano de Moa con la suya en un acto inconsciente.

—Oye ¿Por qué será que todo junto se escribe separado y separado todo junto?—Preguntó Moa mientras caminaban luego de estar en silencio unos minutos.

—¿Qué clase de pregunta es esa, Moa?—Rio la mayor girandose a ver a su amiga quien había hecho esa estúpida pregunta tan seriamente.

—No lo sé, solo me dio curiosidad—Se encogió de hombros la anteriormente nombrada.

Yui negó y soltó una risa—A veces me pregunto si eres estúpida o haces un curso para serlo más rápido—Se burló la más alta.

Así fue todo el camino, entre risas y burlas por parte de las dos. No pasó mucho tiempo para que llegaran al departamento donde la mayor vivía.

—Te acompaño hasta tu piso—Anunció la menor.

Yui asintió y cruzaron la puerta, dirigiéndose hacía el ascensor. Entraron al ascensor y Yui apretó el número de su piso. Cuando llegaron se dirigieron a la puerta del departamento de la más alta.

—Bueno adiós, Yui, nos vemos—Se despidió la menor.

—Adiós Moita—Dijo Yui como despedida, pero ninguna se movió de su lugar, permanecieron allí mirándose.

Yui comenzó a acercarse a la otra y en un movimiento sus labios estuvieron juntos, moviéndose con parsimonia.

Moa luego de entender lo que pasaba, tomó a Yui por la cintura y la acercó más a ella. Yui por su parte enredo sus dedos en la larga cabellera de la menor.

Cuando se separaron se quedaron mirándose—Me gustas mucho, Yui—Habló Moa intentando regular su respiración.

—A mí también, Moita—Murmuró la mayor.

Se quedaron unos minutos más mirándose y volvieron a besarse. Ese día supieron que la historia más bonita de amor iba a comenzar.