izuku Kratos

capítulo 1

A veces la vida puede poner obstáculos ante uno cuando menos de lo espera, montaña que superas aparece una más grande y difícil ante ti, no tienes más opcione que escalar con el único fin de llegar al final del camino y todo pueda terminar para descansar en paz junto que quienes amas o...

Pagar tus pecados.

Jamás espero tener esto.

"nada".

Todo a su alrededor fue solamente oscuridad, sus ojos no alcanzaban a ver ni sus hombros o incluso algo más, quien vivió como un hombre y murió como un dios más de una ves veía todo en medio de la oscuridad, un sonido peculiar le hizo alzar sus manos para volver a oírlo.

A un tenía las cadenas atadas en sus brazos de forma permanente, así como un peso extra en su espalda, su fiel hacha descansaba allí.

Tomando ambas espadas las golpeó entre ellas para encender una de estas iluminando el lugar.... o al menos su alrededor.

No había nada más que el y sus armas, su muerte fue debido a su batalla contra el dios del trueno, Thor no fue alguien a quien vencer tan fácilmente, en verdad era un dios.

Unos pasos como el sonido de cadenas le hizo ver atrás, alguien se acercaba y jamás espero verlo después de tanto tiempo.

–Hades....–. El dios de la muerte estaba con el, no dijo nada al detenerse. –¿Sabes dónde estamos?–.

–Estamos apunto de reencarnar. Si lo se, es por que me aseguré que varias almas lo hicieran en el pasado kratos. Además tienes mi alma contigo por eso estoy aquí–. Ambos solo comenzaron a caminar entre el vacío infinito donde estaban.

–¿No quieres venganza, por lo que hice?–.

–No puedo matarte, ya que me mataría a mi mismo, además que tube tiempo para meditar y pensar las cosas como tu fantasma–.

–Ya veo–. Una ligera luz se hizo presente ante ambos.

–Vamos hay que ver que futuro nos espera a ambos–. Sin más entraron a la luz.

Despertó tras tener el mismo sueño de siempre, siendo un soldado más en la guerra combatiendo y matando sin piedad alguna, seguido de ser apuñalado por la hoja del olimpo, masacrando a golpes a zeus sin piedad alguna, hasta lograr matarlo.

Sentándose en la cama donde estaba hizo sonar las cadenas adheridas a sus brazos de forma permanente, el pecoso solo posó una mano en su cara negando ante el sueño, espero unos segundos antes de ver la celda donde estaba, mal iluminada así como deteriorada por el pasar de los años.

(Conque alguna se dignaron a venir). Pensó antes de escuchar varios pasos de tacones como de personas acercándose hasta la celda, solo se sentó en silencio mientras veía la puerta de su celda cerrada.

El fantasma les vio después de tanto tiempo encerrado, siendo el lugar iluminado por las llamas que cubrían al héroe número dos, dejando ver la nueva apariencia del pecoso.

La única mujer solo pudo tapar su boca al verlo, incontables cicatrices en si abdomen, su piel ahota era pálida color ceniza, tal parece que un tatuaje le fue echo aquí, la marca ascendía desde su ojo hasta el hombro, el tono de ambas pupilas verdes ahora era amarillo ámbar.

El símbolo de La Paz ya lo veía la chispa de un héroe en el chico, el cual le veía indiferente.

–¿Que quieren aquí?–.

–Midoriya izuku, sele liberará de la prisión tártaros, el director Nezu despertó del coma y testificó, ya puede irse para regresar a la u.a–.