Zarah me ayuda a vestirme y tranza mi cabello, como lo hacen aquí. Me tira del pelo varias veces pero decido no quejarme, después de todo, esta intentado ser amable. Cuando acaba toma mi mano y nos guía al comedor. Es enorme, como todas las paredes en el castillo, son de piedra. Ventanales cubren dos de las paredes enfrentadas. En el centro una larga mesa de madera. Comida que jamás había visto adorna la mesa, se hace agua la boca de solo pensar probar un bocado.
Roan esta sentado a la izquierda de la silla de cabecera. Se levanta y da la vuelta a la mesa, hacia la que esta a la derecha y la corre. Me hace un gesto para que me siente y lo hago, luego el vuelve a su asiento. Zarah se sienta en la silla de cabecera y hace una seña con las manos. Inmediatamente, los que adivino son sus sirvientes, comienzan a llenar nuestros platos. Devoro todo lo que veo, todo esta exquisito. No ha pasado mucho, cuando ya he terminado, mejor dicho, cuando ya no puedo injerir nada mas.
Roan y Zarah intercambian miradas divertidas, mientras ellos si se toman su tiempo para comer. Cuando acaban, Zarah se levanta y comienza a caminar fuera de la habitación. Roan hace lo mismo y me ofrece su mano. La tomo y caminamos detrás de Zarah. Observo embelesada todos los adornos que hay en los pasillos. hay tantos que parece un laberinto, debería aprenderme este lugar, porque estoy segura de que sino me perderé. Finalmente nos paramos en unas puertas dobles de madera. Unos guardias a cada lado de estas las abren. Zarah camina en la delantera y se sienta en un trono al final del pasillo.
Yo me quedo parada en el centro, girando sobre mi misma observando a mi alrededor. Es una sala bastante grande, aunque no de un excesivo tamaño. Aquí no hay velas, no es necesario, la habitación es alumbrada por los grandes ventanales en cada pared. Hay mas ventana, que piedra, lo que hace aun mas hermosa la habitación. Una alfombra negra atraviesa su camino desde la puerta hasta el trono, desde donde Zarah me observa. Roan se encuentra en uno mas pequeño a su izquierda.
-Es muy hermosa.- Le digo, rompiendo el silencio de la habitación. Al ser un espacio con techos altos, mi voz hace eco por todas partes.
-Esta es la sala del trono.- Me explica Zarah.- Ahora que eres princesa de Azgueda tendrás el tuyo.
-¿Enserio?- Pregunto emocionada.
Ella sonríe y asiente.- Pero ser una princesa es mas que sentarse en un trono y usar una corona. Allí afuera- Señala la ventana.- Es muy peligroso. Debes aprender a luchar y protegerte por ti misma. Sin mencionar nuestras tradiciones y las de los demás clanes. Y por supuesto trigedasleng, nuestro idioma.
Me mareo de solo pensar en que debo aprender tanto, pero estoy dispuesta a intentarlo. Seré la mejor princesa que este clan halla tenido. Además, tantas actividades evitaran que piense en mi antiguo hogar, el que he dejado atrás.- Lo hare.- Digo con convicción.
-Muy bien, entonces.- Zarah se para y camina hacia mi.- En dos semanas realizaremos una coronación como se debe y tu bienvenida al clan. Recibirás la marca.
-¿La marca?- Pregunto entre curiosa y asustada.
Ella se toca la cien donde tiene esas extrañas cicatrices y señala las de Roan.- Estas son las marcas que representan nuestro clan y tu debes llevarlas también.
Trago fuerte, esto no va a ser tan fácil como pensaba.- ¿Va a doler?- Pregunto en un susurro.
-Un poco.- Me dice Roan.- O al menos eso dijo John. El las recibió cuando tenia tu edad. Yo no lo se, era bebe cuando me las hicieron, así que no se que tan doloroso es.
Ahora tengo aun mas miedo.- Hey, no te asustes pequeña.- Me tranquiliza Zarah.- Sera rápido, ya veras.- Asiento y ella vuelve a su trono.- Yo tengo que atender algunos asuntos, pero Roan te cuidara.- El mencionado me sonríe y asiente.- El te enseñara algo básico en trig.
Roan agacha su cabeza, en señal de respeto. Yo lo miro intrigada y luego a Zarah. Decido hacer mi reverencia de princesa y ambos se echan a reír, pero no me corrigen. Roan toma mi mano y nos lleva de vuelta a mi habitación. En el camino me muestra como llegar a la de Zarah, en caso de emergencia. La suya, esta al lado de la mía, lo que me reconforta.
Pasamos la mañana aprendiendo la base de trig, como hola, gracias, por favor, como presentarme y esas cosas. Unos sirvientes nos traen el almuerzo y comemos entre risas y bromas. Continuamos la tarde con Roan enseñándome los nombres de los clanes y algunas características de ellos. Al parecer Zarah no es la mujer con mas poder, esa es la comandante. El dice que algo llamado conclave ocurrió hace poco y que una nueva ha sido elegida. También menciono que tal vez nos visite, pero no lo cree probable.
Zarah nos visita a eso de media tarde para ver como vamos. Le enseño lo que he aprendido y me felicita. Luego nos dirigimos a el comedor nuevamente para comer la cena. Esta vez no devoro la comida, pero si como mas rápido que los otros. Al acabar ambos me acompañan a mi cuarto y me meten en la cama. Zarah acomoda mis pieles, mientras Roan me cuenta un cuento popular de aquí.
Mis ojos pesan luego del emocionante día. Rápidamente me sumerjo en el mudo de los sueños, escuchando las dulces palabras de Roan narrándome las aventuras de una valiente guerrera.
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Me despierto en mitad de la noche. He soñado que volvía a estar en la nave y caía en la tierra. Estoy llorando y me encuentro muy asustada. Abrazo mi osito con fuerza, extraño mucho a mis padres. Comienzo a gritar el nombre de Roan y este aparece en mi puerta poco después.
Roan me abraza y me consuela, hasta que vuelvo a quedar dormida. Los rayos del sol me despiertan la mañana siguiente. Roan esta dormido aun. Me estiro, con mi osito en mi mano. Me deslizo fuera de las pieles, intentando no hacer ningún ruido, para no despertar a Roan.
Voy al baño y al salir Roan continua durmiendo. Me dirijo a mi balcón y observo la increíble vista. Blanco, blanco puro es todo lo que se observa. Hay algunos toques de marrón, pero el blanco siempre predomina. Los ruidos de la gente llaman mi atención. El castillo esta en medio de una ciudad. Mi habitación esta bastante arriba, por lo que no distingo de lo que hablan. Quiero bajar, quiero hablar con ellos. Puedo ver algunos niños corriendo, quiero jugar con ellos. Quiero hacer amigos, algo que no tenia en el Arka.
-Observando la vista, princesa.- la voz de Roan me sobresalta. Pego un saltito y suelto un grito. Roan comienza a desternillarse de la risa y yo me enojo.- Lo siento, Clarke.- Dice sacándose una lagrima.- No pude resistirme.- Yo aun lo miro enojada.- Quieres bajar, ¿Verdad?
Asiento y me doy la vuelta hacia afuera.- Si, parece que se están divirtiendo.
-Ya saldrás, pero primero es mejor esperar a la coronación. De esa manera, nadie te hará daño. Seria delito herir a la princesa de Azgueda.- Se que Roan tiene razón, pero no veo la hora de poder salir.- Ven, vamos a prepararnos, mi tía nos debe estar esperando. Hoy comenzaremos tu entrenamiento físico.
Me da la mano y la tomo. Este va a ser un día muy estresante.
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Hola
Nuevo capitulo, si lose.
Se que la historia parece aburrida, pero esperen, ya se pondrá buena.
En fin, he decido que escribiré vario capítulos antes de publicarla, por lo que de seguro este mensaje será viejo cuando lo vean.
En fin, saludos.
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Skai Prisa
FanfictionEsta es una idea loca que tuve, pero espero que les guste. Clarke es enviada al suelo a la corta edad de diez años. La nave cae en territorio Azgueda, provocando gran conmoción. La reina decide adoptar a Clarke y criarla, asignándole el titulo de Sk...