Capitulo 4

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Zarah trenza mi cabello en complicadas trenzas mientras me canta una canción en trig. Me siento orgullosa de reconocer la mayoría de las palabras, aunque otras aun no las entiendo. Traigo puesto un delicado, pero abrigado vestido azul marino de mangas largas. Zarah coloca flores blancas en mi cabello. Son exclusivamente encontradas en Azgueda, ya que solo crecen en la nieve. Creo recordar se llaman Trillium.

Se oye un toque en la puerta y Zarah da el permiso. Roan vestido con un traje de guerrero entra en la habitación. Normalmente, yo debería haber usado también una armadura, pero jamás he usado una y no estoy acostumbrada a su peso, por lo que Zarah insistió en que usara un vestido. Zarah, la que luego de esta noche llamare oficialmente madre, o en trig, nomon. A pesar de que extraño a mis padres, Zarah esta haciendo un buen trabajo cuidándome. Tarde o temprano la comenzaría a ver como una figura materna y he elegido temprano.

-Wow, pero si luces como toda una princesa.- Dice Roan sonriendo.- Mi futura strisis (hermana menor) tendrá muchos pretendientes.- Suelto una risita ante las idioteces que dice.

-Roan tiene razón.- Comenta Zarah acabando mi peinado y me coloca una tiara hecha de plata con pequeñas gemas azules para que hagan juego con el vestido.- Pero tienes prohibido tener pareja hasta los veinte.- Me dice muy seria, pero se que intenta esconder una sonrisa.

-¡¿Hasta los veinte?!- Pregunta alarmado Roan.- Yo se lo prohibiría hasta los treinta.

Todos soltamos una carcajada, hasta que nos duele respirar. Un guardia entra en la habitación y nos avisa que ya todos se encuentran en el salón del trono, incluso la comandante. Solo la he visto durante las cenas. He estado ocupada entrenando con Roan y la bruja amargada. Tampoco he visto mucho a Zarah, ella también ha estado ocupada preparando la coronación y teniendo reuniones con la comandante. Quisiera saber de que hablan, pero Zarah no ha soltado nada.

Salimos de la habitación, como siempre Zarah delante y Roan y yo tomados de las manos detrás. Recorremos los pasillos, hasta la sala del trono. Con cada paso mis nervios van en aumento. Dejare de ser Clarke Griffin kom Skaikru, a ser Clarke kom Azgueda, Skai Prisa. A pesar de ser la princesa de Azgueda, todos insisten en llamarme la princesa del cielo. 

Finalmente llegamos a la sala del trono. Las puertas dobles de madera se encuentran cerradas y un guardia a cada lado. Respiro profundo. Esta noche mi vida esta a punto de dar un giro drástico, uno que quiero dar. Los guardias abren las puertas y Zarah comienza a entrar seguida de nosotros. Asesores, consejeros, representantes, guardias y campesinos se arrodillan. Todos en la habitación, menos la comandante, ella no se arrodilla ante nadie. Siento su mirada, pero mantengo mi vista al frente. Siento como escanea, como me evalúa.

Roan y yo nos detenemos antes de subir las pequeñas escaleras que llevan a los tronos. Zarah, sin embargo continua subiendo y se sienta en el suyo. Todos se ponen de pie, mientras que Roan y yo nos arrodillamos.

-Hoy nos hemos reunido aquí como muchas otras veces, sin embargo la razón es muy diferente a las anteriores.- Se lo que dice no porque entienda, sino que Zarah me traduzco lo que diría en el discurso antes de venir.- Hoy, mi sobrino y príncipe de Azgueda Roan, y Clarke, Skai Prisa y futura princesa de Azgueda, se volverán mi familia, mis sucesores.- Hace una pausa para efecto.- Príncipe Roan de Azgueda, ¿Aceptas tu titulo y el honor de volverte parte de mi familia?

-Sha, Azplana.- Responde con voz fuerte, sin titubeos.

-Muy bien, únete a mi.- Roan se para y se dirige a su trono a la izquierda de Zarah. Levanto un poco la vista y este me sonríe, dándome apoyo.- Y tu Clarke, Skai Prisa, ¿Aceptas este titulo y el honor de volverte parte de mi familia?- Su voz parece volverse mas suave al dirigirse a mi.

Skai PrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora