Capitulo 3

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Faltan dos días para la coronación. Estas semanas he estado siendo entrenada tanto física como mentalmente. Roan es quien pasa la mayor parte del tiempo conmigo. El se encarga de enseñarme trig y que aprenda sobre los clanes, sus culturas y su historia. En cuanto a mi entrenamiento físico, ambos lo hacemos juntos, pero nos enseña una mujer joven llamada Ritha. Las marcas que señalan que pertenece al clan Azgueda sobresalen de su piel, combinado con sus muchas cicatrices que cubren su rostro la hacen lucir aterradora. De hecho el primer día que la vi grite muy fuerte.

Zarah viene a vernos rara vez. A pesar de que esta muy ocupada nos vista una vez al día, aunque sea por poco tiempo. Ella fue la que me convenció de que entrenara con Ritha, la cual estoy segura me odia. Hoy nos encontramos en uno de esos raros días en los que Zarah supervisa nuestro entrenamiento físico. Es mi primera lección utilizando un arco. Ritha me explica la teoría, ya que Roan ha usado uno antes. Cuando acaba, me da uno mas pequeño al suyo, del tamaño perfecto para mi y me dice que lo intente, para ver que tan terrible soy. Valla manera de subir mi autoestima.

Volteo a Zarah, no muy convencida. Esta me sonríe y asiente con la cabeza, dándome la confianza suficiente, para hacerlo. Continuo dudando y se acerca.

-¿Que sucede pequeña?- Pregunta con voz dulce y paciente. Ritha voltea los ojos y se dirige a Roan, para que el entrenamiento no se detenga por mi.

-¿Y si le hago daño a alguien?- Pregunto asustada.

Ella ríe un poco.- No lo harás. Vamos inténtalo una vez.

Suspiro y giro hacia las dianas. Ritha menciono que no están tan lejos como deberían, pero a mi me parecen que están a kilómetros. Posiciono el arco y cargo una flecha. Trato de apuntar lo mejor que puedo, intentando recordar todo lo que Ritha me dijo hace unos momentos. Zarah coloca su mano en mi hombro, dándome un apoyo mudo. Tomo aire y me preparo para soltar la cuerda. Libero el aire contenido, al mismo tiempo que suelto la cuerda del arco, disparando la flecha. Todo parece ir en cámara lenta. La flecha comienza a avanzar en el aire, haciendo su trayecto hacia las dianas. La flecha se mueve en el aire, hasta clavarse en la zona blanca del blanco. 

-¡Si, lo logre!- Grito emocionada, mientras hago un bailecito de la victoria haciendo reír a Roan.

-Técnicamente, fallaste.- Comenta la aguafiestas de Ritha. Maldita amargada mujer.

-¿Que?

-Esa parte de la diana a la que le diste.- Señala con su dedo.- No vale nada.

-Tal vez.- Interrumpe Zarah.- Sin embargo es mas de lo que muchos llegan a hacer en su primera vez.- Comenta orgullosa de mi. Yo le regalo una gran sonrisa.- Ni siquiera Roan le dio a la diana.- Este asiente confirmando, impresionado de mi logro. Zarah recoge el arco que deje caer en el suelo y se agacha junto a mi. - Ten.- Me lo tiende.- Intenta otra vez.- Lo tomo y me pongo en posición agarrando una flecha.- Eres mejor en esto que en cualquier otra disciplina.- Tomo aire preparada para el siguiente tiro.- Y recuerda, Clarke. Siempre que tengas un arco, estarás a salvo.- Lanzo la flecha y esta da también en la zona blanca, pero aun mas cerca de la siguiente linea.

-Azplana, Heda kom here. (Mi reina, la comandante esta aquí)- Dice uno de los guardias. A pesar de que aprendo rápido, solo reconozco la palabra Azplana, reina; y la palabra Heda, que es comandante. Espera, ¿Comandante? Miro intrigada a Roan y este me toma de la mano y caminamos detrás de Zarah hacia el catillo. Parece que la lección termino.

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Llegamos a las puertas de la sala del trono. Si he entendido bien conoceremos a la nueva comandante. Zarah se frena antes de entrar y voltea hacia mi.

Skai PrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora