»Dia 6: Mpreg«

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La vida es demasiado corta, y la familia Mulliner Bressler era consciente de eso, la prueba de ello, era su extensa familia que parecía crecer conforme pasaban los años

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La vida es demasiado corta, y la familia Mulliner Bressler era consciente de eso, la prueba de ello, era su extensa familia que parecía crecer conforme pasaban los años.

6 niños eran los descendientes de Frank y Jake, para algunos serian demasiados, sin embargo, a la pareja parecía no impórtale, pues un próximo hijo estaba en camino

Un nuevo integrante a la familia estaba casi "a la vuelta de la esquina", por ello, los amigos de la pareja se hallaban en el hospital, en la espera de noticias positivas y tratando de animar a Frank por la situación, mientras que la madre de Jake se encontraba cuidando de sus nietos.

Llevaban más de dos horas y seguían sin recibir respuesta del doctor que atendía al menor, claramente la preocupación de Mulliner era natural y aunque no fuera un parto natural, la cesaría también podía ser peligrosa si se complicaban las cosas.

—Cálmate, hombre. Todo saldrá bien, así como salieron las veces anteriores —Callum trataba de consolar a su amigo, queriendo quitar aquella preocupación de su ser.

—Además, ¿de qué te preocupas? Jake siempre ha resistido a cualquier problema, él jamás se deja vencer con facilidad, ¿no por eso sentiste atracción por él en primer lugar? —comentó Jack sonriendo un poco, aunque no lo admitiera, Jake le preocupaba.

—S-Se que él estará bien, ambos estarán bien —corrigió, dejando ver como sus manos temblaban un poco—. Pero de cualquier forma eso no evita que me sienta inseguro por si algo inesperado sucede.

—Mientras más pienses en eso, las posibilidades de que suceda serán mayores —Callum le habló con seriedad, algo poco común en él—. Así que, por el bienestar de Jake y su hijo, deja esos pensamientos. Y mejor piensa en lo que harán cuando ambos lleguen a casa.

Jack secundó a Callum en su comentario, logrando calmar un poco a Frank, al final, ellos tenían razón, Mulliner ya había pasado por lo mismo unas 6 veces atrás, teniendo la dicha de que todo saliera bien, nada tenia porque cambiar esa vez.

Oh, cuanto anhelaba saber que podía ver a su pequeño esposo e hijo, quería besar las mejillas de ambos, mimarlos y hacerles saber lo feliz que era por tenerlos en su vida.

Frank jamás pensó en tener hijos, los niños no eran de su agrado, por lo que constantemente evitaba tener contacto con alguno. Su pensar cambio con la llegada de Jake, aquel adorable y extrovertido castaño puso su mundo de cabeza en un santiamén.

Siendo lo más evidente por su actitud y por la extraña capacidad que tenia de "procrear vida en su interior". Desde que Frank supo de ello, no podía estar más que ilusionado de tener su descendencia con Jake, del mismo modo se hallaba el menor.

Ninguno espero enamorarse del otro, así como tampoco esperaron en consumar su amor, siendo transformado en 7 pequeños niños muy parecidos a ambos.

Frank estaba sonriendo luego de que Callum y Jack hablaran con él, finalmente se hallaba tranquilo, pero su temor y preocupación regreso al ver al doctor que estaba atendiendo a Bressler.

—Señor Mulliner —llamó, obteniendo de inmediato la atención del mencionado—. Tengo que admitirle que esta vez el nacimiento fue complicado, pero por fortuna todo salió bien.

—E-eso quiere decir que...

—Así es, señor Mulliner —el doctor sonrió—. Felicidades, acaba de ser padre por séptima vez.

Estaba de más decir que los amigos de ambos comenzaron a gritar de alegría, felices por la pareja y el nuevo integrante. Y por quién próximamente formaría parte del legado de los Subway Surfers junto con sus hermanos.

—¿Y mi esposo?, ¿Cómo se encuentra? —la mente de Frank dejo de imaginar alegría para regresar a su temor.

—Esta estable, como le decía, fue un parto complicado, así que él puso mucho esfuerzo en ello —aclaró el médico—. Pero no se preocupe, se pondrá bien, solo necesita reposo y mucha tranquilidad.

—Entonces, ¿en que momento podemos verlos? —Yutani se apresuró a preguntar.

—Por ahora no es momento, por lo que deben esperar algunas horas.

Callum le agradeció al doctor por parte de todos y este se retiró para continuar con su labor.

Pasaron así los días hasta que Jake y Justin —nombre que le dio a su hijo— volvieron a casa, siendo recibidos por todos sus seres queridos con un pequeño convivio organizado por Connie.

Como era de esperarse, Justin era el centro de atención en su familia, ganándose los celos de algunos de sus hermanos, pero al final, los niños entendían que su hermano debía tener cuidados especiales al ser muy pequeño.

Una noche mientras el resto de la familia dormía, Jake se encontraba despierto, contemplando la luna llena que relucía en el cielo nocturno. Todavía le era imposible de creer lo rápido que pasaron los años y cómo fue que su vida cambio para bien.

Bressler miró su plano vientre y llevo sus manos hacia él, acariciándolo con cuidado, en su pasado odiaba esa capacidad que tenía, lo veía algo necesario siendo él un hombre. En esos momentos lo único que odiaba era su pensar anterior, pues la familia que logro formar era la mejor recompensa que pudo desear.

Su cuerpo se tensó al sentir como alguien lo abrazaba por detrás, pero solo basto oler el delicioso aroma que desprendía su esposo para saber que era él.

—¿Qué te ocurre, conejito? —Frank posó su cabeza sobre el hombro de su menor, mientras acariciaba las manos de su esposo, estando aun sobre su vientre.

—No es nada, solo... —Jake soltó un suspiro, adorando el tacto de su pareja—. Estoy muy feliz.

A pesar de tener una pequeña sonrisa, era una sonrisa sincera que trasmitía todo el amor que sentía en esos momentos.

Frank le correspondió la sonrisa, ambos no necesitaban palabras para saber lo que querían decir, de alguna manera tenían una conexión que los hacía sentir unidos, como si fueran uno solo.

—¿Todavía te duele? —Mulliner le preguntó, refiriéndose a la nueva cicatriz que tenía en su vientre.

—Solo un poco, pero ya estoy acostumbrado —Bressler le sonrió un poco ruborizado.

—Entonces, ¿no te importaría tener otro integrante en la familia? —Frank sonrió ladino, ganándose un leve golpe en el pecho por parte de Jake.

—Esta vez no accederé, con 7 son suficientes —chilló, desviando un poco la mirada, teniendo sus mejillas sonrojadas.

—Oh~, vamos, conejito, no puedes negar que te gustaría tener otro hijo conmigo —Frank insistió, acariciando la cintura de Jake con clara intención.

—I-Idiota, no tiene mucho tiempo que di a luz a nuestro séptimo hijo, no me presiones —rogó, resistiéndose a las caricias de su amado.

—Entiendo, esperemos unos dos años para el próximo, ¿te parece?

El rostro de Bressler dejo de estar ruborizado por vergüenza para estar rojo de enojo, tal parecía que Frank solo quería una cosa y como castigo no cedería tan fácil.

—Creo que ya has tenido suficiente diversión —Jake se separó de su mayor, regresando a la cama—. En abstinencia, por dos años.

Frank borro de inmediato su sonrisa ladina al oír esas palabras.

—Pequeño, no lo decía en serio —caminó hacia su esposo, dándole un abrazo en un intento de retirar sus palabras.

Vaya que al final, Jake terminó cumpliendo su palabra, pero por el momento, con Frank y sus 7 hijos. Jake estaba conforme.

Franke WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora