Franke Week

»Dia 3: Cumpleaños (Frank)«

Advertencia: Leve mención de contenido homoerótico. Si no te agrada este tipo de contenido abstente de leer.

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Otro día de trabajo había culminado para Frank, lo único que deseaba en esos momentos era regresar a casa, darse un baño y recostarse sobre la cama, olvidando por completo que fecha era.

Por ello, la sorpresa que se llevó al llegar a casa no solo fue encontrarse con su pareja y algunos de los Subway Surfers, si no ver ciertas decoraciones que reconocía muy bien —pero que había dejado de celebrar desde hace tiempo— escuchando como en cuestión de segundos las palabras de "Feliz Cumpleaños" dichas al mismo tiempo por parte de los chicos.

Era su cumpleaños y él no lo recordó, parecía un chiste el tener que olvidar el día en que naciste, pero ciertamente para alguien que mantiene la mente ocupada 24/7 lo último que recordaría sería el día en que nació.

—¿Frank, no estas feliz? —preguntó la pareja del mencionado, con cierta preocupación, tal vez se había equivocado y debió haber pensado que a Frank no le gustaban ese tipo de eventos por más simple que fuera.

—No... —al ver el rostro de tristeza del menor, Mulliner se apresuró a corregir—. Quiero decir... no esperaba esto. Ni siquiera recordaba que hoy era mi cumpleaños.

—Cumples 26 años, ya estas viejo, es evidente que se te olviden las cosas —bromeo Jack soltando una risa, recibiendo un leve golpe por parte de Callum.

—No importa si no te acordaste, Frank —Yutani habló mostrando una sonrisa—. Lo importante es que ya estás aquí y podemos dar inicio a esta pequeña fiesta.

—Así se habla, Tani —continuó Tricky—, Fresh pon la música.

En lo que duro el pequeño convivio, Frank se sintió distinto, hacía tiempo que no celebraba su cumpleaños, nunca le había dicho a nadie cuando nació, hasta que cierto castaño se convirtió en su pareja, sin embargo, no espero que este le organizara algo por ese motivo.

Al final, Mulliner les agradeció a los chicos por aquel evento y también por los regalos recibidos, quedando solo con Jake.

—Frank... sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? —cuestionó el menor, en lo que se acercó a su pareja al verlo cabizbajo.

—Lo sé, conejito —afirmó en respuesta.

—¿Entonces por qué estas así? ¿No te gusto la sorpresa? —preguntó Bressler, comenzando a cuestionarse por lo que había hecho—. Demonios, sabía que debí haber buscado otra manera de celebrar.

—No es nada de eso —Mulliner lo miró con una leve sonrisa.

—Tú... ¿quieres contarme?

Una afirmación de cabeza fue realizada por el mayor, la pareja se dirigió al sofá y fue ahí donde Jake se enteró del motivo por el que Frank no solía celebrar su cumpleaños.

En palabras resumidas, Mulliner había perdido a su familia el mismo día de su cumpleaños cuando él tenía solo 11 años, fue un evento claramente inesperado y tras eso él fue llevado a trabajar obligatoriamente en la excompañía Infinity. Desde entonces su cumpleaños había pasado a segundo plano casi a un vacío para ser olvidado.

—Frank... Yo... no sé qué decir o hacer para animarte —mencionó el menor tras haber escuchado el relato.

—No hace falta que hagas o digas nada —Frank volteo a verlo, con una expresión serena—. Me conformo con que estés a mi lado.

Un pequeño sonrojo se formó en las mejillas del menor, teniendo que desviar la mirada para que su mayor no lo viera, odiaba verse de cierta manera vulnerable enfrente de su pareja.

—Idiota, solo trataba de hacerte sentir mejor —aclaró con un leve puchero.

Tras oír aquello a Mulliner se le formo una sonrisa pícara en su rostro.

—Sabes... si hay algo que puedas hacer.

—¿Qué?

Al verlo con aquella sonrisa y luego ser sorpresivamente sentado en su regazo, le hizo saber a Bressler sobre que se trataba.

—S-solo porque es tu cumpleaños —gruño entre dientes fingiendo molestia.

—Admite que te gusta, conejito —pidió Frank con voz ronca, cerca del oído del menor para luego comenzar a besar su cuello, deleitándose con los pequeños jadeos que salían de su boca.

Al verlo resistirse, Mulliner aplico su táctica que nunca fallaba en Bressler, apretó su trasero en lo que lo atraía más hacia él, creando una leve fricción en sus entrepiernas.

—Ah~ Frank~

—Admítelo, pequeño.

Un nuevo vaivén obligo a Bressler a soltar otro gemido, teniendo que recurrir a la acción de morder sus labios para no dejar salir más sonidos obscenos como ese. Pero el sentir el tacto de su mayor no le permitió realizar ese acto por mucho tiempo.

—B-Bien, me gusta~, me encanta~ —admitió ladeando un poco la cabeza hacia atrás.

—Eso quería escuchar, mi conejito travieso.

La pareja no tardó mucho en realizar el acto sexual, teniendo la libertad de ser ruidosos, al finalizar, el mayor limpio los restos de semen en su pareja con unas toallitas húmedas, permaneciendo acurrucados durante unos minutos.

—Ahora me siento mejor —sonrió en tono burlón, Mulliner.

—Si, eso se nota —respondió Bressler, fingiendo molestia.

—Conejito.

—¿Uhm?

—Gracias.

Aun con su sonrojo, el menor se sorprendió un poco al oír esas palabras, eran pocas las veces en que Frank agradecía por algo, incluso con él.

—No fue nada, tenía que recompensarte de alguna manera todo lo que has hecho por mi —Jake confeso con sinceridad, dándose la media vuelta con cuidado para quedar cara a cara con su amado.

—Sabes, creo que esto de los cumpleaños me está empezando a agradar otra vez.

—Y todavía te esperan más años que festejar.

—Si es a tu lado, estoy más que satisfecho con ello.

Entre palabras de amor, promesas y caricias inocentes, finalizo el cumpleaños de Frank. Teniendo a Jake a su lado, sus próximos cumpleaños fueron mejores de lo que espero.