Ushi llega de un planeta llamado vacoid.
Su destino era otro lugar pero por fallos termino aterrizando en la tierra.
Piccolo un namekiano solitario que viven en la tierra fue el que ayuda a Ushi de aquellas personas que la seguían, salvando solo por...
después de la pelea de majin buu, la paz reinaba en la tierra y todos los guerreros descansaban, teniendo una vida feliz ,tranquila y plena, mientras tanto en una lejanía de unas montañas se encontraba un namekiano meditando mientras levitaba a un pocos centímetros del cespedestando sentado en el aire mientras su larga capa se movía conforme el aire le daba, cerca de donde el se encontraba había una cascada haciendo un sonido relajante al caer y chocar con el agua, junto con el ruido de la naturaleza acompañada de la soledad era lo que gozaba aquel namek de piel verde.
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en su mente solo había pensamientos del como fue que pudo a ver cambiado tanto. Si, a los ojos de todos el seguía siendo el mismo, el monstruo verde sin sentimientos orgulloso, que solo le gustaba la soledad y las peleas, pero eso no a cambiado del todo, con gohan había tenido sentimientos que jamás pensó podría tener, el sentimiento de padre e hijo de los cuales no pudo tener con su padre y tampoco le interesaba en lo más mínimo, sin embargo gohan fue el unico con el cual podia mostrar aquellos sentimientos ese lado oculto, su disipulo, su mejor amigo y lo mas importante su hijo.
cumplir con el legado de su padre era su prioridad, matar a goku y destruir la tierra, en parte lo de goku lo habia logrado, mato a goku pero fue revivido lo que faltaba era destruir la tierra... vaya quien diria que al final seria amigo de todos los terricolas y que ahora el que consideraba como un hijo es el hijo del que pensaba era su mayor enemigo y que ahora protegía la tierra la cual planeaba destruir. Todo era asi hasta que a su mente llego uno que lo dejo dudoso, confundido y lo hizo sentir débil.
"realmente mi corazón es tan débil para encariñarse rapido de una persona?" abrió sus ojos con rapidez para luego sacudir su cabeza y sacar ese pensamiento, no podía permitirse algo asi, eso de encariñarse a terricolas es absurdo el solo pensarlo le causaba enojo.
iba seguir auto enojándose pero algo lo saco de sus pensamiento, aquellas orejas puntiagudas que escuchaban todo, lograron escuchar un sonido a la lejanía, relajo su posición para luego girar al lugar de donde provenía ese sonido, lo que su vista miraba era una pequeña nave saliendo humo de esta y detras de ella venían otra siendo esta un poco mas grande, despues de poco tiempo se escucho un fuerte estruendo provocando un leve temblor, piccolo enseguida bolo a aquel lugar sentía cuatro ki diferentes, uno de los tres apenas y se sentía, los otros tres eran ki relativamente algo bajos pero como se había aprendido, no debía subestimar a lo que por ahora consideraba enemigos.
al llegar a aquel lugar desértico, lugar con algo de montañas, se puso a observar desde una altura donde no sea visible y miro la pequeña nave algo destruida, en ella había algo tratando de salir de adentro parecía ser una persona? traia una traje algo peculiar era un estilo de chaleco que llegaba hasta sus rodillas color negro este no tenia botones por lo cual se le veia por debajo un dogi de color celeste y en su cintura una cinta color blanca, su piel era blanca y su pelo era plateado y largo, su cara no se la lograba ver muy bien pero lo que se veia es que parecía estar herido.
