Capítulo 4

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Jimin se estremeció al estirar sus músculos, estaba tan absorto escribiendo que no se dio cuenta del tiempo que tenía en la misma posición, tratando de relajar su cuerpo decidió ir a la cocina por algo de cenar, desde que se inscribió el  concurso de escritura no había dejado de trabajar.

Hacia un poco más de una semana que se estaba dedicando completamente a su libro, una historia donde contaba su propia experiencia personal, claro dando todo de sí para demostrar sus emociones a través de las palabras.
Con cuidado y ayudado por su bastón de apoyo  se abrió paso a la cocina, buscaba lo que había sobrado de la comida que mandó su padre, con la cabeza metida dentro del refrigerador, concentrado en buscar que se le antojaba más para comer, cuando se sobresalta por los ladridos del perro de la vecina de enfrente, lo que tenía de adorable lo tenía de escándaloso, sobando la parte superior de su cabeza por el pequeño golpe que se dio contra este, un poco molesto por la interrupción, se dirige hacia la ventana para ver la causa del sobresalto del cachorro.
Viendo el reloj de pared que tenía en la cocina se dio cuenta que ya pasaba de la media noche, al no haber ruido ya a esas horas, los ladridos se escuchaban más escándalosos, levantando levemente la cortina con dibujos de vegetales de la cocina mira a la calle tratando de dar con el causante del alboroto, logra ver que el vecino de al lado acaba de de llegar, lo veía tambalearse con tantas cosas que llevaba, logra distinguir con la poca luz de la calle, los brazos llenos de lo que se imagina son papeles, un poco desordenados,una camisa blanca que envuelve fuertemente estos, sostiene dichos papeles más una bolsa de comida rápida, lo escucha maldecir mientras hace malabares con las llaves, tratando de cerrar el coche y caminando hacia la entrada de la casa, Jimin no puede evitar reír por lo gracioso que se ve la torpeza del contrario.

Lo ve dejar las cosas en la entrada para poder abrir la puerta, cuando se da la vuelta para regresar a cerrar el coche, siente que se le atasca la respiración, abriendo sus ojos por la sorpresa al ver que se trata de Jeon Jungkook, el doctor por el que no a dejado de suspirar desde que dejó de ir al hospital, había tratado de ir a visitarlo, pero no encontraba una escusa, aparte de que aun no era tan valiente para demostrar que le interesaba más allá de
paciente- doctor.

Lo ve suspirar mientras termina de cerrar el coche y regresar a la entrada para por fin entrar en su casa, después de desaparecer de la vista el perro deja de ladrar y Jimin no puede salir de su impresion. No puede evitar pensar en lo cansado que a de estar JK, por lo papeles en brazos se da cuenta que trae el trabajo a casa, también de caer en cuenta que la mayoría del tiempo la pasa en el hospital, ya que desde que se mudo no había visto el coche que ahora estaba en la entrada, ni mucho menos movimiento en la casa, no puede evitar no preocuparse, más al darse cuenta que probablemente tampoco comía bien, por la comida rápida en la mano y por las pocas veces que coincidía con él en el hospital, lo veía comiendo cosas empaquetadas. Si, Jimin era muy observador, desde pequeño sus padres tenía que lidiar con la curiosidad que siempre demostró, poniéndolos en situaciones bastante incómodas.

Cuando escucho el ruido que hacía el refrigerador al dejarlo abierto salio de su ensoñación, ahora con más cosas en mente, al ver la comida que tenía en recipientes que su papá le había mandado a inicios de semana tuvo una loca idea, el creía en las señales del destino, pensó que ahora que no recurría seguido al hospital sería imposible ver al dueño de sus suspiros, pero ahí estaba, a unos pocos metros de distancia, escucho varias veces a sus tías que a los hombres o mujeres se les conquistaba por el estómago, siendo estas mismas quienes le enseñaron a cocinar los mejores platillos y postres, para que un día hiciera feliz a su pareja consintiendola con buena comida.

Tomado bocados del delicioso estofado que ya había calentado, tomó su plato para dejarlo en la mesa y posteriormente agarrar un libro de recetas que tenía una gaveta de la cocina, mientras comía leía lentamente los platillos que podía hacer con los pocos ingredientes que tenía en casa, porque si, Jimin había decidido que ya era hora de ser valiente, la vida no era tan larga como para dejarla pasar por inseguridades, le prepararía la mejor comida al doctor JK, dándole todo el cariño con su sazón, dándole a entender que tenía alguien que se preocupaba por su bienestar, él estaba dispuesto a enamorarlo con pequeños detalles, hasta poco a poco ganar su amor.













Lo siento si es cortito, pero ando fallando con la inspiración, alguna pregunta o falta de ortografía no duden en mencionarla, y gracias por sus apoyo ❤️.












 Doctor Jk  (◍•ᴗ•◍)❤ ............(Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora