CAPITULO 22 - LECCIÓN 18

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-¿Qué haces aquí?, Recuerdo dejaste San Diego.- dijo Marcos tras frotarse los ojos.

-No es una ilusión, - respondió Novelo. - Es verdad, me fui de esta ciudad... cuando dejamos de ser pareja.


Marcos aun no procesaba lo que veía sus ojos, es como ver un fantasma, pero ese fantasma era un amor que dejó varios años.


-¿Cómo me encontraste? Más bien, ¿tú eres el tutor de mi hijo?- Marcos descubrió que hacia su ex pareja en su estudio, más bien, en su casa.

-Vaya, -dijo Novelo tras observar su reloj. - no demoraste en saberlo.


Las expresiones faciales de Novelo expresaban seguridad, aunque su interior, su corazón estaba a un ritmo incontrolable.


-Tu mujer, conoce a una amiga cercana. Ella me comentó sobre la familia Méndez. Al principio no sospechaba que eras tú. Pero al describirme al pequeño que necesitaba mis servicios... Me recordó a ti. Fue motivo para volver a San Diego.


Novelo se acercaba a Marcos. En la medida que se acercaba, Marcos se sentía acorralado.


-Sabes que soy casado.- comento Marcos.

-Pero ¿realmente la amas?- preguntó Novelo.

-Claro,- Marcos desvió la mirada de Novelo.- si no la amara no tendría a Erick.

-Eres mal mentiroso. Cuando mientes desvías la mirada. - respondió Novelo. – Se que tu padre te obligó a casarte con ella. También porque tu padre era un homofóbico, no quería que su hijo saliera con hombres.


Novelo hizo que se Marcos volviera a sentarse en su silla, mientras él se acomodaba sobre sus piernas. La sensación de volver a tener el cuerpo de Novelo sobre él, hacia volver las fantasías y como ellos se demostraba su amor.


-Pero, no creas que volví solo por ti, - comentaba Novelo mientras desabotonaba la camiseta de Marcos.- estoy aquí para salvar a tu hijo.


Tras terminar la frase, arrancó la camisa. Los botones cayeron al suelo. Dejando al descubierto el pecho de Marcos, cerca de la costilla derecha, se encontraba una cicatriz extraña.


-¿La marca?- preguntaba Novelo con asombro.


Sobre esa cicatriz debía estar la marca del reloj de arena de Víctor. Que demostraba que Marcos era miembro de esa organización de joven.


-Hice que la eliminaran. - respondió Marcos.- Una operación dolorosa, arrancaron esa piel para trasplantarme una piel nueva. Erick no debe saber sobre esa historia.

-Es por eso que estoy aquí.- gritó Novelo.- Erick...


El golpeteo de la puerta hizo que Novelo se callara.


-La cena esta lista.- decía una voz femenina.

-Esta bien, amor... estoy hablando con el tutor de Erick. En un momento vamos.- respondió de manera serena.


Novelo se apartó de él, por suerte en su estudio había un pequeño closet con ropa. Se puso una nueva camisa.


-Cenaremos, posteriormente... saldrás de esta casa.- dijo Marcos.

-¿Me estas despidiendo?- preguntó Novelo.

-No quiero que vuelvas a esta casa. - respondió Marcos tras irse del estudio.


No hay marcha atrás, la situación era muy delicada. Novelo estaba decidido en comenzar una nueva vida.

La cena fue muy tranquila. Ambos no levantaron sospechas. Actuaron como ni nunca se han visto.


-Licenciado Novelo, ¿Qué le parece la cena?

-Maravillosa, señor y señora Méndez. Gracias por la invitación. - comentaba Novelo,- y debo decir que su hijo va por buen camino. Ha avanzado mucho en sus materias, creo... que debería estar más tiempo con mis servicios.

-Lastima, - respondió Marcos.- Erick, ya no necesitará sus servicios, ya que es mayor de edad, haré que aprenda todo sobre la empresa.

-¡Me niego!- fue un grito estruendoso.- Me niego a que sigas tomando decisiones por mí.


Las mirabas eran intensas entre Marcos y Erick. Pero lo más sorpréndete fue lo que Novelo le propuso a Erick.


-Joven Erick, si ofrezco que vivas un tiempo en mi casa para continuar con estudios, ¿aceptarías? - dijo Novelo tras acercase a Erick.


Marcos volteo a ver Novelo, quien mostraba una sonrisa juguetona. El plan de Novelo comenzaba esa noche. 

Oh, My Master! Vol. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora