Mi profesora Lauren. (Camren)

Capítulo 13.

Lean la notita final uwu.

Camilla Cabello.

Me encuentro junto a Lauren en su grande y espacioso departamento el cual se ha convertido en mi segunda casa.

Aunque parezca precipitado, muchas veces me quedo a dormir con ella, poniendo miles de excusas a mis padres los cuales se las creen porque tengo a las mejores amigas.

Sin ellas nada de esto podría ser así.

Por eso decidimos hacer una tarde de pelis y comida para recompensar todo el tiempo perdido de mi mejoría en el hospital.

Lauren no paraba de moverse de un lado para otro y podía sentir su lado perfeccionista desde aquí, ya que había cambiado las servilletas de forma como unas 10 veces.

—Jauregui así está genial. —Musito mientras coloco la soda junto los snacks.

Ella lentamente se gira hacía mi y sus preciosos ojos de felino me observan agitada.

—¿No lo entiendes Camz? —Responde dejando las servilletas. — Esto es muy diferente a hacer una cena con los padres de tu pareja, tus amigas son menores y debo quedar como una amiga más, no como una asaltacunas.

Su comentario me hace tanta gracia que acabo soltando varias carcajadas, a lo que Lauren me fulmina con la mirada.

—Tú sigue burlándote de mi y acabarás mal.

Inmediatamente me ahogo con mi saliva porque conozco los castigos de Lauren y por experiencia no me gustan.

Me seduce de tal forma como la bestia seduce a su presa para luego deleitarla poco a poco, pero la diferencia es que ella me hace pasarla mal.

Me calienta de tal manera, en la que no puedo ni tocarme porque ella tiene todo control sobre mis manos y cuerpo.

Aunque claro ella tiene mucho autocontrol, a diferencia de mi que cuando me besa ya deseo que me desvista, en cambio ella tiene demasiada paciencia y le gusta demasiado observarme.

Pero bueno no es momento para describir todas las perversiones que Lauren me hace, ya que mis amigas están a punto de llegar y yo sigo sin ponerme nada.

—Puedes tomar algo de mi armario Camz.

Me giro hacía ella que me observa divertida.

—No me robes el papel, aquí la que se ríe de ti soy yo. —Digo mientras camino al baño. — Además mi cuerpo no es tan torneado y voluptuoso como el tuyo.

Demonios es que hasta en eso es perfecta.

Desde sus pobladas cejas, hasta sus largas pestañas, recorriendo esos ojos que parecen atravesarme, hasta esa nariz perfilada y sus finos pero rosados labios y no hablar hasta de su perfecta línea en la mandíbula.

Tanto su cara, como su cuerpo merece estar expuesto en un museo de arte, ya que es la nueva afrodita.

—Yo te veo con todo en su sitio, además con ese culazo cualquier cosa que te pongas quedará espectacular.

Me guiña un ojo y no puedo evitar recordar cuando lo hace en clase seguido.

Desde que comencé todo esto con Lauren mi vida ha cambiado por completo, antes solía salir con mis amigas y poco más porque me la pasaba estudiando horas para sacar un cinco justo.

Ahora no solamente tengo tiempo para mis amigas, sino que gracias a ella mis notas subieron muchísimo, ya que aunque no lo parezca no sólo cogemos, sino que también me ayuda mucho a pasar mis exámenes.

Por eso cuando me gradúe, pienso llevarla a un hotel ya que tengo unos ahorros de todos los cumpleaños dónde me dan dinero y nunca lo gasté.

Después de mirar por todo el armario de mi querida profesora, encuentro un vestido azul marino con un ligero escote de v, donde la tela del acabado llega hasta mis rodillas.

Perfecto, podré sentarme sin necesidad de estar cubriéndome.

Aplico maquillaje en mi rostro y lo hago a escondidas de Lauren ya que es la primera vez que me ve con el puesto.

Después de acabar mi sencillo maquillaje que se basa en corrector para las ojeras, labial, rímel y delineado me dirijo hacia ella.

—Aún no abras los ojos. —Grito caminando hacía la sala.

Con pasos dirigidos me dirijo a Lauren.

Cuando ella se gira su mirada se convierte en una de curiosidad, a una de expectación y pasión.

Por la forma que me mira creo que le gusta bastante como queda su atuendo en mi.

—Dios Jauregui parece que me quieres devorar con la mirada. —Digo sonrojándome. — Para de mirarme así, me pones nerviosa.

Se acerca a mi y con sus largos brazos rodea mi cintura.

—Oh Camz, créeme que no sólo te estoy devorando, te ves tan tierna e inocente que me dan ganas de subirte a esa mesa y enseñarte lo mucho que puedo llegar a hacerte venir.

Rápidamente mis mejillas se vuelven rojas y un pequeño calor se esparce por mi cuerpo, desde mi estomago que parece volar, hasta esa zona que tanto deseo que toque.

—Vale esto es demasiado, creo que debemos parar antes de que lleguen.

Lauren parece querer quejarse, pero se relame los labios y su mirada brilla, haciéndome saber que algo planea.

—¿Cuánto queda para qué lleguen? —Me pregunta mientras observa el reloj de su sala de estar. — Sino me equivoco llegarán en 20 minutos.

Asiento mientras recuerdo que llegarían más tarde ya que Dinah y Normani tenían que pasar a por Ally que vive en la otra parte de la ciudad.

—Suficiente tengo.

Me quedo mirándola dudosa y no me da tiempo a hablar ya que se abalanza sobre mi, haciendo que caigamos en el sofá.

—No será la mesa, pero creo que igual lo disfrutarás. —Comenta mientras sube el vestido a la altura de mi pecho.

Me quejaría si lo estuviera pasando mal, o sino quisiera, pero imposible hacerlo cuando se ve tan sexy devorando mis piernas.

Lentamente comienza a succionar la zona de mis muslos, mientras que con su mano izquierda recorre la hebilla de mi sujetador.

Las hormonas empiezan a hacer su trabajo y comienzo a moverme con frenesí cuando Lauren se va sumergiendo en mi ropa interior.

Sin previo aviso comienza a dejar besos por encima de las braguitas, haciéndome estremecer y para aumentar la tensión clava sus ojos en mi mientras comienza a bajarlas.

Todo esto, toda ella es tan sexy que no puedo evitar echar la cabeza hacía atrás cuando Lauren comienza a mover su lengua dentro mía lentamente.

De todas las sensaciones del mundo, está es mi favorita, porque Lauren sabe lo bien que lo hace y es que no sólo es mover su lengua, o succionar, sino que ella me deleita con su mirada.

Se centra en lo que hace, pero sus ojos nunca me abandonan hasta que yo la abandono a ella para cerrarlos y disfrutar aún más concentrada.

Desde luego podría morir así.

N/A: Jaaja no me maten por dejarlas así.

Si quieren ver la continuación simplemente dejen un comentario diciendo que sí:)

Besos donde prefieran ,)