Camren 2

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Camila Cabello.

Ahora mismo puedo jurar que me tiembla todo el cuerpo y por la cara de seriedad de Lauren, el resultado del ejercicio no me dio correcto.

No para de mirar todos los números y fórmulas que apunte en la pizarra.

—Está fatal. —Sus ojos se clavan en los míos y el color que tienen me parece tan frío que retrocedo varios pasos.

Las risas de Dinah, Normani y Ally no dejan de resonar en la clase y sino fuera porque me tomo en serio a está profesora me estaría desplomando de la risa también.

—¿Cómo? —Pregunto incrédula. — Lo revisé cinco jodidas veces.

—Pues la próxima vez revísalo otra vez más. — Dice mientras borra todo mi esfuerzo. — Además incluso las fórmulas están mal copiadas.

Yo comienzo a resoplar y ella me manda a mí asiento.

—Cabello tienes cero.

Yo como siempre no me puedo quedar callada y decido protestar.

—¿¡Enserio?! —Grito golpeando la mesa. — ¡Al menos podrías valorar que perdí toda mi jodida tarde intentándolo!

Ella, me mira y sus ojos me examinan de arriba a abajo con rabia.

Y da miedo mucho miedo, porque su mirada se pierde en algún punto de la clase y de un momento para otro se levanta.

Se acerca lentamente hasta a mí y cuando se encuentra a pocos pasos, se agacha un poco y me susurra;

—Sal de clase.

Yo molesta, agarro mis cosas y antes de salir la miro con mala cara y lanzo la puerta con toda la rabia del mundo.

Comienzo a dar vueltas exasperada por todos los rincones del pasillo.

Miro el reloj a cada segundo y deseo que acabe de una jodida vez la clase para poder estar con mis amigas.

Siento una impotencia al ver perdido toda mi tarde en mi escritorio.

Cansada y mareada de tanto moverme, decido sentarme en las gradas del instituto, pero a los minutos veo a Lauren caminar hacía el patio.

Mi curiosidad de saber a dónde va es muy grande, así que decido seguirla y cuando mis ojos la encuentran, quedo alucinada al ver como se lleva un cigarro a sus labios.

Ella, sin darse cuenta de mi presencia, disfruta de su cigarro y comienza a soltar el humo y sus ojos se vuelven blancos.

La imagen da miedo, pero tengo que reconocer que verla así me dan ganas de ser ese jodido cigarro.

Rápidamente se lo acaba y al girarse sus ojos se encuentran con los míos y viene corriendo hacía mi.

¡Mierda!

Grito para mis adentros. 

Decido entre correr o quedarme ahí estática, pero cuando decido correr, mis piernas parecen no querer hacerme caso y me quedo ahí como tonta.

—Tú no has visto nada. —Me advierte con su dedo índice.

Yo formo una sonrisa llena de malicia y asiento con mi mejor cara.

Cuando en realidad, dentro de mí, hay un odio por las matemáticas y por mi profesora.

—Bien. —Se acerca aún más a mí. — Venga vamos a clase.

Al entrar, mis amigas comienzan a reírse y yo comienzo a reírme también.

—Le diste pena Cabello. —Dice Normani mientras sonríe. — Tal vez tendrías que dejar que tú juguetona lengua juegue con la suya.

Mi profesora Lauren. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora