Kim Taehyung decide unir su vida con la de su hermosa prometida en santo matrimonio, y para ello, solicita los servicios del mejor organizador de bodas de su país, Jung Hoseok, quien con el pasar del tiempo junto al joven Kim, no puede evitar desarr...
"Quisiera disfrutar de mi dolor, pero contigo aquí, me es imposible controlar la emoción en mi corazón. Gracias por ser la causa de las nubes blancas en mi mente y las hermosas flores que crecen en mi pecho."
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-¿Puedo pasar o deseas estar solo?
Taehyung sonrió débilmente, aunque era evidente su tristeza.
Sus ojos estaban un poco hinchados y su nariz y mejillas estaban rojas.
-Ciertamente, eres el único a quien deseo ver en estos momentos. -Confesó con su voz áspera y ronca, aclarando suavemente su garganta.
-¿Y eso? ¿A qué se debe exactamente? -Inquirió con curiosidad, luego de acceder a la habitación cerrando silenciosamente la puerta detrás de sí antes de empezar a avanzar hacia Kim.
-Ni yo lo sé. Solo...pienso que tú serías la única compañía útil en estos momentos. -Declaró ligeramente, viendo como el peli-negro se paraba frente a él en su misma posición, aunque se notaba más tranquilo.
-Pues, aquí me tienes. Dispuesto a escuchar todo lo que tengas por decir, dispuesto a limpiar todas las lágrimas que quieras derramar, o si solo quieres estar en silencio, estaré dispuesto a disfrutar del silencio junto a ti. ¿Qué dices?
Taehyung le miró directo a los ojos, notando la absoluta sinceridad en ellos. Cosa que le hizo recordar algo que le era muy necesario en ese instante.
-"Me quedaré, cada vez que lo necesites solo tendrás que girar tu cabeza y me encontrarás a tu lado, lo prometo." -Relató de pronto, logrando desconcertar a Jung. -Quién lo diría, de verdad que eres un hombre de palabra. -Le elogió con sincera admiración, a lo que el otro solo se alzó de hombros con desdén.
-¿Qué te digo? Soy muy malo mintiendo. -Presumió bromista, con intenciones de hacer sonreír al pelirrojo, cosa que logró, por lo que se lo felicitó mentalmente.
-No puedo creerlo, de verdad me estás haciendo sentir mejor solo por estar aquí. ¿Qué mierda me haces, Jung Hoseok? No es normal que solo con verte mi primer instinto sea sonreír.
-No es normal, pero tampoco es malo. Es decir, las sonrisas son buenas, ¿no es así? Entonces no hay motivos para que te veas afectado con ellas. -Musitó con una pequeña sonrisa, viendo como el ajeno desordenaba más sus cabellos con sus grandes manos.
-Claro que me afectan... -Anunció repentinamente serio con su mirada fija en el rostro contrario. Seguidamente tomó una de las manos de Jung y la guió hasta su pecho, en el área del corazón. -Mi corazón siempre es el más afectado.
El peli-negro rodó sus ojos luego de soltar una pequeña risa burlona, negando con su cabeza.
-Puedo deducir que ya te encuentras mejor, ya que has vuelto con tus extrañas cursilerías de siempre. -Alegó con diversión, paseando su mano del pecho ajeno hasta la nuca de este, acariciando suavemente aquella área con la punta de sus dedos.
