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—Muy bien Zayn— empezó el castaño cuando entraron a la habitación una vez más —hoy te quedarás aquí, ¿algún problema?—

el moreno lo miró con confusión, volteó a la ventana del otro lado del cuarto, pero esta estaba cerrada por la cortina, mordió su labio inferior nervioso, ¿era a este lugar al que tenía que ir?, tal vez por eso lo metieron a la caja café, pero.. este lugar era muy extraño , y los hombres eran muy diferentes a Sallow y sus ayudantes, incluso a los guardias.
regresó su vista a los hombres que lo miraban.

—oh está bien, no te vamos a entregar— habló el rizado

el chico sentado ladeó un poco la cabeza. 

—bueno Liam, ponle periódico para dormir o qué sé yo, que nos queda como una hora y media para dormir porque es lunes y nos toca física a primera hora— dijo el ojiazul palmeando la espalda del castaño. 

—si.. creo que deberían ir a dormir, gracias por venir, chicos, de verdad.. uhm.. ¿los acompaño a la puerta?— preguntó mirando a sus amigos.

—no gracias, Liam, sabemos dónde está, tú solo.. encárgate de él— el rizado apuntó con la cabeza al chico sentado —cualquier cosa, llámanos— agarró al castaño más bajo del brazo y lo sacó del cuarto.

una vez que la puerta fue cerrada, Liam giró su cabeza para ver al chico —uhmm.. ¿tienes sueño?—

¿sueño?, eran las imágenes que veía al dormir ¿no?, ahorita no tenía una, sólo cuando dormía pero..

asintió dudoso.

—bien uhm...— miró su habitación —ven, dormirás en el sillón— dijo mientras caminaba a la puerta pero se detuvo —oh, espera— el chico se detuvo cuando dió un paso fuera de la cama —¿debería darte ropa para dormir?— volteó a verlo

¿había ropa para dormir?, ¿qué tenía la suya?, era.. blanca, y no se la quitaba para dormir.

observó cómo el hombre se acercaba a unas puertas cafés que no se parecían a las demás, las abrió y había ropa, ropa de MUCHOS colores. supuso que era su cajón de ropa, como el que tenía en su dormitorio, pero el de el del hombre era mucho más grande, y con mucha más ropa, y de muchos colores.

observó desde su lugar con los ojos algo abiertos, como si estuviera impresionado.
Liam volteó —puedes moverte a donde quieras, no necesitas seguir más órdenes ¿okey?, igual puedes hablar sin pedir permiso o.. lo que sea—

el chico pasó sus ojos de la ropa al hombre y lo miró como si tuviera dos cabezas, ¿escuchó lo que acababa de decirle?, ¿o era esta otra de esas pruebas para ver qué tan obediente era a la primer y más importante regla?, hace mucho que no le hacían una.

no, definitivamente no caería como esa vez hace tiempo, no quería otro castigo.

se quedó donde mismo.

Liam soltó un suspiro —escucha, ya no estás en.. ese, lugar en, el que estabas.. puedes moverte y hablar si quieres—

¿si.. quieres?, no lo entendía, lo que él quería no importaba, tampoco entendía por qué ese hombre quería que hiciera eso, ¿lo creía tan incompetente como para desobedecer las reglas?

como si leyera sus pensamientos, el castaño volvió a hablar —olvídate de las reglas, normas, restricciones, prohibiciones, como sea que las conozcas,.. no te haré nada si te mueves, eres libre de, moverte y hablar ¿okey?— habló más cuidadosamente esta vez

el chico lo miró unos segundos, parecía estar hablando en serio. 
miró a sus pies, bajo la mirada del hombre dió un paso titubeante y rápidamente volteó a verlo con miedo en sus ojos.

INDIVIDUO Z025  [ziam] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora