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la alarma de su celular sonó por el cuarto, soltando un quejido, estiró el brazo para agarrarlo y apagarlo.

bufó mirando el techo, estaba muy cansado.
con toda la fuerza de voluntad que encontró en lo más profundo de su ser, se levantó para arreglarse.

abrió su closet y agarró lo primero que vió, una camisa roja y un pantalón de mezclilla. se cambió y se adentró al baño.

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bajó las escaleras y se encontró al chico acostado en su sillón. realmente esperó que todo hubiera sido un sueño, pero no lo fue, ahí estaba el moreno, durmiendo plácidamente mientras él tenía que ir a torturarse.

lo observó, se veía tranquilo, y no tranquilo como estuvo desde que lo encontró, si no, otro tipo de tranquilo... despreocupado.

recordó la manera en la que sus ojitos lo miraron cuando apagó la luz.
torció la boca, miró la televisión y se acercó a apagarla, de todos modos el cielo ya estaba claro, así que la casa ya no estaba tan oscura. y aparte él estaba dormido, no se daría cuenta.

caminó hacia la cocina y agarró un pan al que le untó mermelada, también agarró un vaso y lo llenó de leche para desayunar.

una vez que terminó, salió del lugar.
observó al chico durmiendo una vez más y tomó una decisión.

no iría a la escuela.

sería un gran sacrificio que estaría dispuesto a aceptar.

en ese momento recibió una llamada de Harry.

—hey— dijo a modo de saludo mientras caminaba de vuelta a la cocina.

—hey! si estás despierto, creímos que mandarías todo al diablo y seguirías durmiendo— habló la voz del otro lado de la línea.

el castaño soltó una leve risa —estuve a punto—

—¿cómo te fue anoche? ya sabes.. con.. el asunto— susurró la última frase

—pues, creo que mejoramos un poco, bajó de mi cuarto a la cocina sin que le dijera, pero..—

pero...— repitió indicándole que prosiguiera

—he decidido mandar todo al diablo y no ir a clases—

—Liam,, en veinte llega el profe Treviño, no puedes faltar a física—

soltó un suspiro —lo sé, lo sé, pero no puedo dejar al niño solo en mi casa, qué tal y se escapa, o rompe algo— otro suspiro —sólo dile al profe que una rana me mordió la lengua y la mordida se infectó, y ahora tengo una terrible infección sanguínea que hace que mis venas engorden, mi piel se torne verde y estoy a punto de morir—

—¿por qué una rana? no, olvídalo, nada de eso tuvo sentido. le diré que te rompiste el pie—

—mi excusa sonaba más drástica como para decir "ay pobre Liam, no le bajaré puntos", pero supongo que la tuya también puede funcionar—

—si... anyway, ¿todo bien allá?— el ojiverde cambió de tema

—si, Zayn está dormido en mi sillón ahora mismo— se asomó por la puerta para ver al chico

—okey, Lou y yo iremos al terminar, ¿te parece?— él castaño hizo un sonido de aprobación —bien, cualquier cosa márcame a mi, no creo que Louis sea muy serio o racional— se escuchó un alejado quejido del otro lado de la línea

el ojiavellana rió levemente —claro, bueno te dejo, adiós— tras escuchar una despedida del otro lado, colgó.

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INDIVIDUO Z025  [ziam] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora