𝒄 𝒂 𝒑 𝒊 𝒕 𝒖 𝒍 𝒐:𝗩𝗘𝗜𝗡𝗧𝗜𝗡𝗨𝗘𝗩𝗘

1.3K 112 100
                                    

-', Juntos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-', Juntos. ,'-

𝑾𝒊𝒍𝒍 𝑩𝒚𝒆𝒓𝒔:


Salí de mi casa apresuradamente, subí a la camioneta de Jonathan y rogué al cielo que clases de manejo sirvieran. Encendí el coche y empiezo a conducir rumbo a la mansión Lodge. Estaba realmente nervioso, tenía días sin hablar correctamente con Ve, creé una muralla que ahora tenía que derrumbar. Aún no estaba completamente seguro de involucrarla en este asunto, hemos perdido a tantos, y no estoy dispuesto a perderla.


Verónica, ella me gusta tanto.

Apenas llegó me miró, y no me dejó ir. Chicos muchos más lindos, graciosos, adinerados y normales la pretendían. Pero ella solo me miraba a mí, solo se interesó en mí. El niño zombie, el fenómeno. Pará ella, yo era mucho más que eso.


Visualice la entrada imponente de la mansión, donde nos hemos reunido varias veces con anterioridad. El sol se estaba empezando a ocultar en el orizonte, dando paso a la noche.
Toqué la puerta, que fue abierta luego de unos segundos por Ana, Me recibió con una sonrisa de alivió, y me permitió pasar.

—Esta en la piscina desde que se marcharon, solo me dijo "nadaré entré mis lágrimas... ¿Puedes traerme helado?"—Reí brevemente, Verónica es todo un personaje. Le agradecí y camine hasta la piscina, la cual se encontraba al lado de las mesas para merendar por las tardes.

Me detuve al visualizarla flotando boca arriba en el agua, llevaba un traje de baño de dos piezas color rojo, que combinaba perfecto con el tono blanco de su piel. Parecía calmada, interna en sus propios pensamientos.

Caminé hasta el borde de la piscina, embaces de helado de vainilla reposaban cerca del borde.

Quite mis zapatillas y chaqueta para luego sentarme en el borde de la pileta, tratando de no romper la paz que emanaba el cuerpo de Verónica. La observé un tiempo notando cada parte de ella.

Su cabello marrón caía en el agua donde la luna se reflejaba, dando un toque místico a su silueta. La curva de sus senos destacaba gracias al color rojo. Es tan hermosa, perfecta.

—Debes dejar de mirarme.—Soltó con Brusquedad.

—Jamás podría.—Contesté de forma automática. El aura de paz fue remplazado rápidamente, la tensión predominó.

—Parecías bastante dispuesto unas horas antes.—Replicó, nadó en mi dirección hasta apoyarse en el borde. Sus manos reposaban justo al lado de mis piernas.

𝑅𝐸𝐷 𝐿𝐼𝐺𝑇𝐻𝑆________𝑾𝒊𝒍𝒍 𝑩.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora