C a p i t u l o: CUARENTA Y CINCO

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-', Patines ,'-

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-', Patines ,'-

Después de asegurarme que Jane se encontraba bien y limpia con Will decidimos apartarnos de la pareja, el ambiente no se sentía cómodo entre el grupo y estaba segura que tanto ellos como nosotros teníamos conversaciones pendientes. 

En el momento que Mike me hablo sobre acompañarlo en este viaje lo sentí como una oportunidad que me estaba dando el destino para poder discutir con Will eso que tanto me preocupada: Lo que existía entre nosotros. 

Pense que al darnos un tiempo alejados y sin problemas de por medio el podría aclarar sus sentimientos, lo que quería respecto a nuestra relación... Pero Will no parecía dispuesto a interactuar conmigo mas de lo necesario. Al abrazarlo esta mañana lo sentí tan incomodo, ni siquiera parecía feliz de que yo estuviera ahí después de tanto tiempo sin vernos.

No sabia que había hecho mal para merecer su rechazo, y su indiferencia me estaba matando. ¿Debo acaso estar herida para resivir un poco de su atención? ¿Alguien mas tiene que mirarme para que el parezca interesado?

—En estos meses... te llame en muchas ocasiones.—comente. 

—Mama siempre esta al teléfono.

—¿Todo el día?—Asintió nervioso.

—Si... es un trabajo bastante agotador. —Asentí, pero no creí en una sola palabra.

—También escribí varias cartas...

—El correo debió penderlas.

Eso pensaba, claramente desde mi inocencia o incredulidad. Pero Jane respondía cada una de las cartas que le enviaba, sin importar las circunstancias las respuestas  nunca tardaban mas de tres días en llegar al buzón de la mansión. 

—Jane respondió cada carta, incluso Joyce me envió una felicitándome cuando me integre en el equipo de las porristas... —Me miro directamente, sus ojos ofrecían las disculpas que no salían de su boca.— No se que sucede Byers, pero agradecería que no hubiera mas mentiras entre nosotros.

—Yo...Eh, lo lamento Veronica, en serio quería responderte.

—¿Porque no lo hiciste entonces?

—Han pasado varias cosas por mi mente en estas semanas...

—... Y ninguna de esas cosas era yo. — susurre.— Lo entiendo, debemos ir con nuestra hermana.

—No lo entiendes, por favor déjame explicarte. —Rogo, negué levemente y me apresure a buscar a Jane.

Nos encontramos a Mike en un instante, pero Jane seguía sin aparecer. No hubo resultado en la búsqueda hasta que un grito se escucho en el establecimiento.

—¡Angela!—Ay dios mio. 

Un golpe seco se escucho, después el grito de la rubia retumbo en mis oídos. 

𝑅𝐸𝐷 𝐿𝐼𝐺𝑇𝐻𝑆________𝑾𝒊𝒍𝒍 𝑩.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora