# 7 · Eres Paciente

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¡Hola! ¡Hola!

¿Qué tal? Yo bien, cansada pero bien.

Quería subir este capítulo hace una semana pero no pude.

¿La razón? He empezado a trabajar, y el horario que tengo es bastante agotador, por lo que cuando llego a casa (a las tantas de la noche) me da pereza escribir, pero supongo que es ir acostumbrándose y una vez tenga el habito en el cuerpo me será más fácil hacer las cosas que tocan.

Hoy realmente no tengo mucho más que decir, así que podéis saltar directamente a leer XD

¡Nos leemos abajo!

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7 · Eres Paciente · You are patient

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Natsu encogió un poco los hombros y cerró fuertemente los ojos esperando recibir su muy bien merecido golpe. Se había pasado, lo sabía, y por eso simplemente irguió de inmediato su cuerpo y sin moverse ni unos centímetros, se quedó quieto en el lugar asumiendo así las consecuencias.

Esperó y esperó.

Los segundos pasaban, y su cuerpo no recibió ni una pizca de dolor.

"Qué extraño", pensó.

Escuchó un suspiro y abrió los ojos de nuevo.

- ¿Lucy? - pronunció su nombre con sorpresa. La muchacha se había puesto a ordenar el desastre que él había provocado sin ni siquiera girarse a verle. - ¿No estás...?

- ¿Enfadada? - le interrumpió. - Supongo que un poco sí.

- Pero... No me has pegado...

- ¿Acaso querías que lo hiciera? Tienes unos gustos un poco raros, Natsu. - bromeó ella con una muy diminuta sonrisa en su rostro.

El chico se sonrojó ligeramente.

- ¡N-No hablaba de eso, tonta! - reprendió. - ¡He destrozado tu trabajo!

- Lo sé. Me he dado cuenta. - respondió la joven con las manos manchadas de tinta. - Tendré que frotar muy fuerte para poder limpiarme.

- ¡¿Entonces?!

- ¿Entonces qué?

- ¡¿Por qué no estás regañándome?! - preguntó con algo de desespero.

Eso llamó la atención de la rubia, quién decidió posar por fin sus ojos sobre su compañero.

- ¿Por qué eres tú quien se enfada? - quiso saber.

- ¡Porqué tú no lo haces!

- Ya te he dicho que sí que lo estoy.

- ¡Pero no lo suficiente!

- Lo siento si no es la reacción que esperabas. - se disculpó ella con los ojos más abiertos de lo normal.

Aquella conversación era algo surrealista.

- ¡No te disculpes!

Lucy pestañeó repetidas veces sin entender bien lo que le sucedía a su amigo. Si Happy entrara de repente en su casa, pensaría que los papeles se habían invertido, o algo así.

10 razones por las que te quiero · Versión Natsu ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora