24/7-365 estaré contigo

Ojos cafés

Estoy despierta mucho antes que todos en la casa, por eso he decidido ir en busca de algo para comer.

Dejando el chelo a un lado, baje por las escaleras con mucho cuidado para no hacer ruido, pase por la sala, y como de costumbre todas las luces de la casa estaban apagadas, cuando de pronto escucho un ruido muy extraño que provenía de la cocina.

Unos segundos y al darme cuenta ya estaba en la cocina y la puerta trasera estaba abierta.

«pudo a ver sido el viento»

Pero la curiosidad no me dejó en paz y menos la intriga, ¿como? si todos están durmiendo en sus habitaciones, así que sin pensarlo más solo me acerque y di un vistazo al patio trasero con el frío entumeciendo mis huesos.

Lo que encontré ahí fue muy extraño no era normal entonces salí por completo.

Me encontré con unos ojos cafés de un hombre, bueno no es un hombre mejor dicho es un chico que parece tener la misma edad que yo...

Que es lo que está pasando, se está acercando a mí con un paso lento, pero decidido.

Mi mente dice que huya, pero mi cuerpo se siente atraído por el...

El está a centímetros de mi, extiende la mano hacia mi y yo la tomo sin pensarlo mucho.

¿Por qué?

¿Qué es lo que estoy haciendo?

Mi cuerpo no me responde, solo sé, que el brillo de esos ojos cafés me están volviendo loca. Su mano es tan cálida que siento como si corriera una chispa de electricidad entre estas.

Pensé que iba a decir su nombre pero me sorprendió más lo que hizo.

Me acercó a el tan repentinamente, yo alcé la mirada para encontrarme con esos ojos cafés otra vez, él se acercó poco a poco, yo cerré los ojos intentando dejarme llevar por el momento y por el hecho de que estamos los dos solos, dos personas apunto de besarse, segundo a segundo siento como se acerca a mi rompe la distancia que nos separa y me besa.

Espera... ¡¿Que estoy haciendo?!

Estoy besando a un extraño, que pasa si es un ladrón o una asesino en serie o quién diablos sabes qué.

Pero por más que intento separarme de él, mi cuerpo no responde mis demandas a lo que dice mi mente .

debe de ser por el beso...

Ese beso ya no era cariñoso y suave, ese beso se ha vuelto salvaje y apasionado, mientras más nos hacía falta aire para respirar, él me ha arrinconado en la pared.

No se cómo, ni cuando aprendí a hacer equilibrio con una pierna, pero sus carisias me quemaban de pasión... Pero no, no podía, es más, no puedo besar a un desconocido así.

Me separó de él a regañadientes con la respiración entrecortada lo miro a esos ojos cafés que brillan con picardía.

-¿Quién...eres?- cuestiono la pregunta que definirá esto.

Él se retira un poco de mi, logrando que yo retire mi pierna de su caderas, lentamente pasa su mano por mi cabello castaño y susurra en mi oído.

-soy el amor de tu vida...- con un corto beso en la mejilla y regando en un camino otros besos cortos llegando a mi cuello.

No lo entiendo, nunca lo he visto y dice ser el amor de mi vida.

Pero, como sé, que yo no soy experta en hablar con los demás intento decir con un hilo de voz..

-¿Como...te llamas?- por más que lo diga con la misma intención de saber, siento que ya lo he visto.

-soy Gabriel- después de él haberme dicho su nombre, todo se volvió negro y mi vista se me nubló he hizo que yo perdiese el equilibrio y cayera en sus brazos...