Capítulo 7
La medianoche había llegado con rapidez mientras Evelyn, sentada ante su pequeño escritorio, corregía unos trabajos de los alumnos de primero.
Al alzar la vista y contemplar que las manecillas del reloj marcaban las 12 en punto, la mujer observó con semblante serio la pequeña fotografía de aquel niño de pelo revuelto, para después levantarse tras un suspiro, y salir de la habitación cerrado tras ella.
Caminó con sigilo, asegurándose de que nadie se encontraba por los pasillo y pudiera verla avanzar hasta el despacho de Snape. Al llegar ante la robusta puerta, la mujer tocó suavemente, mirando hacia ambos lados de nuevo.
En apenas unos segundos el moreno abrió, e inmediatamente después se hizo a un lado, dejando a la mujer pasar sin medir palabra.
-Siéntate. –Ordenó tras unos instantes, serio, mientras le daba la espalda cogiendo su varita. Ella obedeció sin decir nada, hasta que él se giró y continuó. -Primero veremos cuál es tu grado de resistencia. ¿Estás lista?
La mujer miró fijamente a Snape mientras se concentraba para tratar de bloquear el hechizo venidero. Una vez creyó estar preparada, asintió levemente sin evitar la mirada del mago.
-¡Legeremens!
Inmediatamente después de que Snape formulara el hechizo, la mujer comenzó a sentir una fuerte presión en su cabeza, una fuerza que luchaba por entrar en su mente de forma desgarradora. Evelyn empezó a temblar por el esfuerzo, aguantando el hechizo sin que Severus pudiera entrar en su mente.
-No está mal, Morgan. No he conseguido ver nada, pero estás apunto de desmoronarte. Vamos a probar otra vez. No creo que aguantes un segundo asalto.
La morena alzó la vista con algo de enfado hacia el profesor, quien volvió a apuntarla con la varita, formulando el embrujo sin dudar.
Esta vez ella, en forma de pequeña venganza, dejó entrar al hombre en sus recuerdos de la infancia.
De pronto, cientos de imágenes comenzaron a aparecer de sus últimos años en Hogwarts.
Snape contempló como Lily y Evelyn reñían con James Potter por atormentar al moreno, para después, observar a la niña hablar con el castaño mientras ambos sonreían, pero Evelyn volvía a dibujar un semblante serio cuando el joven se iba.
-¡Estoy saliendo con James, Evelyn! –Habló alegre Lily, abrazando a la joven con entusiasmo.
-Me alegro tanto por ti, Lily... –Dijo de forma sincera ella, aunque interiormente la tristeza la invadía al pensar que jamás podría revelarle a Potter sus sentimientos.
Otra escena llevó a Severus a contemplar a Evelyn derramar lágrimas mientras observaba una foto de James. La chica susurró un te quiero, y después se deshizo de la foto.
El recuerdo se emborronó y una nueva imagen apareció. Esta vez, Snape sintió un pequeño escalofrío al recordar de qué se trataba, pero aún así, observó a Evelyn y a él mismo sentados en una parte solitaria del tercer piso del castillo.
-Me he declarado a Lily, pero me ha dicho que quiere a Potter y va a empezar a salir con él. –Habló el moreno con pesar, mirando el suelo, apartando los ojos de su amiga.
-Lo siento mucho, Severus. –Respondió ella con tristeza, para después de unos segundos levantar el rostro de él y mirarlo a los ojos.
-He sido un idiota al creer que ella podría amarme, Evelyn.
El chico contuvo las lágrimas, y la joven lo abrazó tiernamente intentado darle a su amigo ánimos. Tras unos segundos, ambos se separaron y ella habló con una pequeña sonrisa.
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No nos verán caer
Fiksi PenggemarDespués de 25 años, Snape tendrán que hacer frente a su pasado con la vuelta de una de sus antiguas amigas, con la cual llegarán nuevas sorpresas y peligros a los que deberán hacer frente juntos, y de ese modo, nuevos lazos comenzarán a unirlos tan...