Capítulo 1

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Edmund solía empezar su mañana a las 7 am, disfrutaba ser el primero de su familia en levantarse y hacer su rutina, los desayunos en silencio eran su parte favorita del día.

Sopló su humeante taza de café y le dio un sorbo, la mañana estaba bastante fría y el café entre sus manos estaba perfecto, sintió crujir las escaleras y por la puerta de la cocina entró su hermana menor Lucy, aun en pijama y su cabello despeinado.

—Buenos días Ed— Saludo su hermana, con los ojos aun cerrados por el sueño.

—Buenos días Lu— Respondió.

Su hermana comenzó a preparar su desayuno y el se levantó para ir a lavarse los dientes y ya irse a su escuela, en su camino al baño se topó con su madre y su hermano Mayor Peter, los saludo a ambos y siguió su camino.

—A veces creo que se está volviendo loco— Dijo Peter a su madre.

—No digas tonterías de tu hermano—

—Para mi no es muy racional despertarme antes para no convivir con mi familia— Dijo con desdén.

—Sabes que el cambio desde que tu padre se fue a la guerra.— Peter no dijo nada, a veces olvidaba que su hermano tenía sentimientos, bueno Edmund siempre trataba de ocultarlos.

Por otro lado, Edmund había escuchado toda la conversación, algo normal escuchar decir a su hermano que estaba loco, simplemente decidió ignorarlo como siempre y se apresuró en estar listo e irse de casa, no le gustaba estar ahí. Cuando estaba a punto de subirse a su bicicleta, oyó a Lucy gritar que la esperara. Vio salir a su hermana apresurada con su bolso en una mano y con la otra tratando de arreglarse la bufanda, la escena le causó gracia y no evitó reírse un poco.

—¿Puedes llevarme?— Preguntó dulcemente Lucy.

Edmund no podía decirle que no su hermana, le hizo una seña para que se subiera a la parte de atrás de la bicicleta y una vez lista, empezó a andar.

—¿Por qué saliste tan temprano hoy?— Preguntó Ed.

—Solo quería irme contigo—

—¿Y Susan?— Pregunto, ellos solían irse los 3 juntos. 

—Se irá con Peter—

Siguieron su camino y unos 20 minutos después ya se encontraban frente a las puertas de su colegio, estacionaron la bicicleta y cada hermano Pevensie se fue a su salón de clase, Edmund se desvió en su camino al salón y prefirió quedarse unos minutos en el patio trasero de las instalaciones, respiro el aire fresco de la mañana y cerró sus ojos. 

Últimamente se sentía bastante agobiado y ansioso, sabía que todo esto era causa de la partida de padre a la guerra, y que hace más de dos meses no tenían información de él, sus hermanos no parecían entenderlo. 

Sin darse cuenta comenzó a llorar, lo bueno es que a esa hora de la mañana era raro que hubiera gente en ese lugar, pero bueno, el siempre se equivocaba, sintió un fuerte golpe en su cabeza y al enfocar su vista en el objeto culpable, lo reconoció como un balón de fútbol, lo tomo en sus manos y se giró buscando al culpable. 

—¡Lo lamento!— Un chico alto llegó corriendo hacia Edmund. —¿Te lastimaste?— Pregunto preocupado el extraño. 

Edmund cayó en cuenta de que aún tenía los ojos rojos por las lágrimas y rápidamente se frotó los ojos eliminando los rastros de las pequeñas gotas de agua. 

—No, me encuentro bien, ten— Edmund le entregó el balón de fútbol al chico y comenzó a ponerse de pie, comenzaba a sentirse demasiado avergonzado. 

𝐶ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑎𝑑𝑜𝑟 [𝐶𝑎𝑠𝑚𝑢𝑛𝑑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora