Capítulo 16

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El ambiente a cada segundo se volvía más caliente e intenso, los jadeos y gemidos llenaban la habitacion y se podía observar las prendas de vestir esparcidas por el suelo, y dos cuerpos desnudos sobre la cama, Caspian estaba sobre Edmund, acariciando la piel expuesta de su amante. 

— Eres jodidamente hermoso— Dijo Caspian sobre los labios de Ed, besándolo fuertemente sacándole más de un suspiro. 

De forma instantánea, Edmund abrió sus muslos y envolvió sus piernas alrededor de las caderas de Caspian, haciéndole una invitación silenciosa. Extasiado, Caspian tomo uno de los condones que habia preparado, solo por si acaso, Edmund no evitó reír al notar ese detalle. 

— ¿Venias preparado?—

— Edmund, estamos en guerra, yo siempre estoy preparado— Respondió, abriendo el pequeño paquete y sacando la funda de látex.

Envueltos en el ambiente, Caspian estuvo a nada de ponerse el condon cuando la puerta fue fuertemente golpeada, asustando a ambos chicos, que no demoraron ni un minuto en pararse y vestirse. 

Caspian, quien fue el más rápido, ya que solo se puso su pantalón y la camisa sin abrochar, fue a atender la puerta. 

— ¿Si?— Pregunto agitado, tratando de disimular el enojo en su voz. 

— Lamento molestarlos, pero les traje una canasta que mando mi esposa— Dijo, dejando ver una gran canasta con algo de fruta y pan. — Son los primeros visitantes en meses y estamos algo contentos— 

— Wow, muchas gracias por el regalo— Agradeció, dejando ver una falsa sonrisa, el no queria fruta, quería a Edmund desnudo otra vez. 

— No los molesto mas, me retiro— Y con eso dicho, se fue del lugar.

Caspian cerró la puerta y apoyó su frente en ella, suspirando fuerte, estaba molesto. Dio media vuelta y se dirigió a la habitación nuevamente, y vio a Edmund en la cama mirando el techo, vestido. 

— ...entonces...¿ya se acabo?— Preguntó desanimado.

— Sip, el ambiente se arruinó— Respondió Ed, palmeó el lugar a su lado y Caspian se recostó, apoyando su cabeza en el hombro de este. 

— Tenemos una canasta llena con fruta y pan— Mencionó Caspian, Edmund comenzó a reír y segundos después Caspian se unió, llenado la habitación de carcajadas. 

Eran las 3 de la tarde, la pareja ya habia almorzado y ahora estaban viendo el lago, Caspian dudaba un poco sobre si meterse o no.

— No veo el fondo—

— ¿Tienes miedo anciano?—

— Claro que no...solo que se ve algo...turbio—

Edmund se lanzó al agua, salpicando alrededor, salió a flote y miro a Caspian. 

— Ven aquí— 

Resignado, Caspian salto, asomo la cabeza y vio a Edmund a un par de metros, quien se acercaba nadando, Edmund enrosco sus piernas alrededor del abdomen y paso sus brazos por su cuello y lo beso.

— Tu boca sabe a sandía— Dijo Edmund, apoyando su frente en el hombro de Caspian. —Me gusta—

— ¿Y por qué no sigues besándome?—

Pasaron gran parte de la tarde nadando y descansando a la orilla del lago, tenían la suerte de que su cabaña tuviera salida directa a este por la puerta de atrás. Al anochecer, salieron a dar una vuelta por el pueblo, había poca gente fuera de sus casas, en su mayoría eran niños que jugaban por las calles, sin temor alguno, era como si en ese lugar la guerra no existiera. 

𝐶ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑎𝑑𝑜𝑟 [𝐶𝑎𝑠𝑚𝑢𝑛𝑑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora