Capitulo 18: Fantasmas

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Sentía el frio entrando por la ventana y rozándome la piel. No había podido dormir luego del sueño. Trataba, pero no podía. 

Busque entre las sabanas de mi cama mi teléfono hasta que lo sentí debajo de esta. Lo tome y las manos me temblaban. Vi la hora. Eran las 5:48 para ser exactos, y era de muy mal gusto lo que quería hacer, pero lo veía necesario en ese momento. Lo necesitaba demasiado.

Marque su número y luego de cuatro tonos una voz ronca y aun dormida contesto.

-¿Hola?

- Hola Evelyn, escucha, ni siquiera tengo una buena razón para estar llamándote a estas horas de la noche. De seguro estas pensando que estoy loco o que soy sonámbulo... no lo se... pero es que no sé qué decirte. Solo quiero escuchar tu voz y que me digas que todo estará bien.

-¿Qué? -La voz de Evelyn parecía más despabilada y despierta esta vez. Pero confundida.

-Sí. Eso. Que me digas que todo estará bien. Por Dios Evelyn, necesito que estés aquí conmigo en este momento. Te necesito a pesar de estar quedando como un completo idiota-cursi-novio pesado.

-No eres un idiota-cursi-novio pesado- Dijo Evelyn entre dientes.

-Solo necesito escucharte decirlo. Por favor. -Insistí.

-Todo estará bien.

Suspire. No me sentía aliviado como quería, tal vez porque Ella no tiene ni la más mínima idea de que está sucediendo. Pero me sentía mejor al escuchar el sonido de su voz.

-Luke, ¿Quieres que vaya ahí? -Pregunto Evelyn. Casi sentía su sonrisa.

-¿A estas horas? Estás loca. Puede pasarte cualquier cosa y...

-Luke. Sé que quieres que este ahí. Iré. Además, ya casi es de día.

-Pero yo tengo auto y tu no, así que iré yo hasta ahí. Fin.

-Eres imposible.

-Lo sé.

Salte de la cama y mire hacia donde habían caído los jeans. Me los puse rápidamente. Tome una camisa roja con cuadros negros que estaba sobre el escritorio y me la puse a pesar de que no tenía una camiseta puesta. Ni siquiera me tome el trabajo de prenderla.

Era impresionante como Evelyn cambiaba mi estado de ánimo de un segundo al otro.

No me encontraba bien. Pero tampoco mal como antes de hablar con Dylan y antes del sueño. Simplemente, estaba respirando.

Toque la puerta de la casa de Evelyn y al cabo de unos 3 segundos la puerta se abrió.

La mire fijo, estaba un poco despeinada, probablemente se paso la mano por el cabello antes de abrir, con intención de acomodarlo un poco. Estaba vestida aun con su pijama. Tenía unos pantalones verde agua con pequeñas flores rosas al tono. Pantuflas marrones y una remera muy ancha despintada pero también verde agua.

Corrí hacia ella y la abrase fuertemente contra mí. Quería sentirla. Quería saber que era mía y de nadie más. Mía, no de Dylan.

Automáticamente Evelyn me respondió el abrazo. Lo cual, el sentirla hizo que mi piel se erizara un poco.

-Te amo ¿Lo sabes?

-Lo sé, Luke. También te amo.

Evelyn me tomo de la mano, y despacio me tiro hacia dentro de su casa. Subimos por la escalera hasta llegar a su habitación. Me miro a los ojos y vi una vez más ese brillo que la hacía verse diferente a las demás chicas. Eso que tanto me encetaba.

Aprendiendo a ser romantico [L.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora