Capitulo 20: Es una promesa

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Llegue a casa fastidiado, me encerré en mi habitación y puse Nirvana a todo volumen. No quería pensar en nada, ni en nadie, estaba por demás enojado. Además, no podía hacer que me entre en la cabeza la actitud de mi novia, y mi amiga. 

Si. Lo admito. Estaba celoso. Estaba MUY celoso de Michael, pero Evelyn no tenia que saberlo. No tiene porque saberlo.

Tal vez se me nota, tal vez el orgullo no me deja ser sincero en algunos aspectos. Pero, como dije antes ella no tiene porque saber que yo estaba celoso. Y que lo sigo estando. 

No tenía nada en contra de Michael, al contrario lo quería mucho. Pero sentir su nombre de una manera ya un poco mas especial en los labios de Evelyn me alteraba. 

Ella era mía, no de Michael. No de alguien más. Mía.

Pese a eso, no me molesta cuándo habla de Dylan y de lo que tuvieron en el pasado. Y supongo que es por eso... porque es parte del pasado. 

Seguí escuchando Nirvana a todo lo que daba. Me senté en mi cama y abrí el cajón de mi mesa de luz. Saque unos palillos de batería que Dylan había dejado aquí y empecé a hacer ritmo en la misma mesa de luz al compas de la música.

Trate que todo el enojo se fuera a mis manos y se convirtieran en ritmo. Seguí así hasta que la canción termino. Pronto se puso If You Can't Hang de Sleeping With Sirens y seguí tocando.

Sabía tocar la batería ya que fue el mismo Dylan el que me enseño. Me gustaba hacerlo de ven en cuando, pero de todas maneras la guitarra era lo mío.

Mientras la canción avanzaba yo seguía tocando con mucha más fuerza. Hice un mal movimiento y el palillo se rompió, choque fuertemente mi mano contra la dura madera de la mesa y automáticamente lance los palillos al suelo.

Lleve mi mano por debajo de mi estomago e hice una mueca dolor. Me dolía demasiado. Era un dolor para descomponerse. Me la apretaba con la otra mano pero el dolor no paraba.

Camine hasta el equipo de música y lo apague. Salí de mi habitación y lentamente baje las escaleras tratando de no descomponerme y rodar por ellas hasta el piso. 

El dolor no paraba y seguramente tendría que vendarla. Así que cuando me dirigía al botiquín de primeros auxilios, sentí la voz de Mamá venir de su habitación.

Me acerque a la puerta de su cuarto y me detuve allí. Estaba hablando por teléfono cuando me quede a escuchar.

-Claro... aja... si...estoy buscando un buen momento... exacto, el indicado... no lo se... si... aun no lo se... será un golpe duro... a pesar de eso no creo que quiera marcharse.... si... a pesar de todo es que estará bien, se las arregla siempre solo...

Me acerque más a la puerta para escuchar mejor, pero sin que ella pudiera verme. Fue entonces cuando empezó a llorar con el teléfono móvil en la mano.

-Siempre me pregunte lo mismo ¿Sabes? de todas formas, no es un chico de guardarle rencores a las personas.... bien, buscare el momento... bien adiós, gracias por todo....intentare, adiós.

Mamá colgó el teléfono y vi que se tapo la boca con la mano. Seguía llorando y decidí que era hora de entrar.

-¿Mamá? -Dije mientras entraba a su habitación.

Ella levanto la vista y me regalo una sonrisa triste. Se seco rápidamente los ojos empapados y volvió a sonreír.

-¿Que sucede? ¿Qué tienes? -me acerque a ella y me senté con ella a un lado de la cama.

-No es nada Luke. No es nada. -Sonrió forzadamente. Podía notar como contenía las lágrimas.

-No me mientas. -Dije- No digas que no es nada. ¿Qué tienes?

Aprendiendo a ser romantico [L.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora