Después de la inesperada visita de Ushijima a la casa de Oikawa, las cosas entre ellos comenzaron a... Fluir.
La sincronización entre ambos era realmente increíble, y gran parte del equipo comentaba constantemente lo sorprendente de aquello porque, en sus comienzos, conectar con Ushijima como armador −puesto en palabras de Semi, el antiguo armador titular del equipo− no era necesariamente complicado pero podía llegar a convertirse en un camino de piedras filosas si no sincronizabas con él poco a poco, aunque era claro destacar que el Ushijima de tercer año era un jugador distinto al Ushijima de tercer año.
Sin embargo, las cosas con Oikawa habían sido completamente distintas.
Y eso era lo que lo hacía interesante. Desde el día uno de entrenamiento, Ushijima le había pedido a Oikawa, personalmente y frente a todos los presentes, que colocara el balón para él durante esa tarde de entrenamiento y, aunque no era precisamente algo nuevo para ninguno de los dos porque ya habían tenido sus horas de entrenamiento a solas el primer día, con aquello dio comienzo a las tardes casi infinitas de colocar el balón y rematarlo, una y otra vez, hasta que sus manos estuvieran cansadas de tanto moverse y no pudieran respirar más.
Nadie se atrevía a preguntar las decisiones tan repentinas y extrañas de su capitán, especialmente porque todos estaban acostumbrados a confiar en las razones que Ushijima tuviera para tomarlas, pero había una que otra persona que parecía estar dispuesta a pensar distinto que el de cabello castaño, y una de ellas explotó por completo una tarde de entrenamiento, cuando el entrenador dijo que tenía un anuncio muy importante para darles.
—Muy bien, chicos. El entrenamiento de hoy fue realmente productivo, así que les felicito por eso —comenzó, y una sonrisa vacía viajó desde el primer jugador hasta el último, pasando por Oikawa, Semi, Tendou y finalizando en Ushijima, al que le hizo una seña con la mano para que se acercara. El castaño hizo lo que se le pidió, situándose a un lado del entrenador mientras admiraba a todo su equipo—. Bien, como todos ustedes saben el Torneo de Prefectura está a la vuelta de la esquina, y, luego de este, el Interhigh. No es ninguna sorpresa que nuestro equipo no esté preparado para ninguno de estos enfrentamientos, pero Ushijima-kun se ha acercado a mí hace unos días y compartió conmigo una idea que, luego de hablarla con Washijo-san, nos pareció interesante...
El hombre miró a Ushijima por encima de su hombro con la misma sonrisa vacía de siempre, y Ushijima asintió antes de dirigir su mirada casi automáticamente hacia donde estaba Oikawa, quien sintió su corazón detenerse ante aquel par de ojos penetrantes que de vez en cuando le miraban con aquella intensidad que lo tenían flotando en las nubes por un par de minutos antes de devolverle a la realidad de la manera más suave posible.
El castaño menor venía notándolo desde hacía un par de días, especialmente cuando no estaban en el entrenamiento. Uno de sus compañeros de clase, Goshiki –quien también era su compañero de equipo–, le había hecho caer en cuenta, durante uno de los recesos, que Ushijima lo estaba mirando atentamente. Por obvias razones la mirada de Oikawa buscó la de Ushijima por todas partes y, cuando la encontraba, Ushijima simplemente asentía y desaparecía, escapando de su aparente (extraño) hobby. Al menos en su salón, la voz se comenzó a correr, y Oikawa no tardó en ser invadido por la mayor parte de sus compañeros para preguntarle cómo era que había ganado la atención de Ushijima Wakatoshi, el chico del instituto que no parecía estar interesado en otra cosa que no fuera el volleyball.
El problema se generaba durante los entrenamientos. Más de una vez, cuando no tenía que entrenar con él, Oikawa se detenía por un segundo para admirar al castaño porque podía sentir la punzante mirada del más alto sobre su cuello, haciéndole perder el equilibrio cada vez que sus miradas se encontraban, por una milésima de segundo, y Ushijima le sonreía antes de volver a su tarea de entrenar. Esas pequeñas situaciones le habían cobrado a Oikawa más de un pelotazo en la cabeza, y más de una vez todo el equipo se acercó hasta el castaño a preguntarle si se encontraba bien, especialmente Ushijima que, casi como si fuera una coincidencia, estaba siempre primero al lado del chico para ayudarle a levantarse si se había caído o inspeccionar por alguna herida o hematoma en la parte que se había golpeado.
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About Jackets, bite marks & every kind of love... [UshiOi]
Fanfiction[First Year Shiratorizawa!Oikawa] Ushijima está enamorado, y por desgracia no lo entiende. Oikawa no tiene noción de lo que sucede a su alrededor porque está pensando en lo mucho que quiere mejorar en el vóleibol. Ninguno de los dos se atreve a pens...