Mi niñero es un idiota ©. (#1) ✔️

Capítulo 8 | Visita inesperada.

08 | Visita inesperada.

Ya pasó una semana desde que terminé con Cameron. En estos últimos días mis únicos amigos fueron los botes de nutella y los pañuelos. Me dediqué a mirar cada película romántica que me gusta por simple placer masoquista. En cada una de ellas, identificaba a la protagonista femenina como "Anne" y al masculino como "Cameron", y luego lloraba porque no tendremos oportunidad de ser felices, porque me engañó y rompió mi corazón en mil pedazos.

Si no veía películas románticas, estaba escuchando cada canción triste que tenía en mi playlist y luego las repetía una y otra vez, hasta que mi celular se quedaba sin batería. Entonces, estaba abrazando mi almohada en la oscuridad y cubierta por mis sábanas, mientras lloraba desconsoladamente.

Ryan tocaba mi puerta todos los días a todas horas para que le dejará entrar, incluso un día intentó entrar por mi ventana y casi se cae. También me dejaba notas en la puerta diciéndome que recuerde la charla que tuvimos en la cocina. De que no merece llorar, por quién te hizo daño. Recuerdo ese día, aquella noche lloré tanto que acabé deshidratada y él estuvo toda la noche consolándome, al final para animarme me cocino la pizza y nos la zampamos viendo películas de terror. Esa noche Ryan me hizo reír bastante. Pero luego en mi habitación me ponía a llorar.

No fui al instituto, ni salí de mi habitación. Solamente salía de ella para buscar comida, pañuelos y ir al baño. Obviamente esa decisión no fue vista de buena manera por mis mejores amigos y Ryan intento tranquilizar muchas veces a Carolyn que quería tirar la puerta abajo, pero honestamente, ellos no pueden sentir lo que siento. Así que ignore sus opiniones solo porque hablan desde la ignorancia. Cerré con llave y me acurruqué en mi cama. Las veces que me escabullí de mi guarida, lo hice con cuidado cuando Ryan, Carolyn o Matt no estaban haciendo guardia en mi puerta o merodeando por la casa.

Una vez cometí el error de salir cuando ellos estaban y no resulto nada bien, ya que casi me atrapan. Me corrieron por toda la casa. Cerraron puertas y ventanas, además Carolyn se paró en medio de la puerta de mi habitación evitando mi paso, así que tuve que estar como cinco horas escondida en el cesto de la ropa sucia ¡Y encima unos calzoncillos de Ryan estaban sobre mi cabeza! Casi me da un infarto. Cuando se cansaron y se distrajeron subí a mi habitación corriendo. Esa noche estuve un buen rato lavándome el cabello.

Siete días después, decidí que mi etapa de ermitaña tenía que terminar. Ya desahogué mis penas, tanto que una noche me enfadé mucho y rompí el regalo que le tenía preparado para nuestro aniversario. El poema lo rompí en pedazos junto con nuestras fotografías, los chocolates los tiré por el suelo y los aplasté con rabia. Las entradas de fútbol las guardé para dárselas a Carolyn y el oso de peluche me lo quedé yo. Ya estoy lista para volver a la sociedad. Agradecí que Ryan no les informará de esto a mis padres porque me habrían enviado al mismísimo director a obligarme a ir al instituto. Fue una semana de exámenes, pero vamos, ¿Qué culpa tengo yo de que mi corazón se rompiera? Solo tengo la culpa de ser estúpida. Además, quiero graduarme, los haré de una forma u otra. Por suerte para mí, el padre de Matt es médico y me dijo que va a intentar que me haga unos justificantes. Si tengo oportunidad podré hacer los exámenes.

Me esmeré en mi apariencia, bueno, teniendo en cuenta que pasé los últimos siete días usando pijama. Decidí usar un top negro de manga larga que debaja mi ombligo al descubierto, una falda roja con cuadros negros y mis botas negras que llegan hasta las rodillas. Me maquillé para borrar las pruebas de que estuve llorando todas las noches y sufriendo. No tuve contacto con el mundo exterior, pero estoy muy segura de que ya todos deben saberlo. Lo que significa que recibiré muchas miradas de pena. No seré la pobre Anne.

- Anne, hola... - me saluda Ryan sorprendido al verme abandonar mi habitación. Está desayunando tortitas con mermelada de fresa y zumo de naranja. Observa su plato y luego a mí - ¿Quieres?