🍁Capitulo 1🍁

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'yo país y tu colonia'

Año de 1521, en la estación de otoño, las bellas hojas caían en plena temporada, nueva España, el nombre que se repetía de más, solo eso se escuchaba, "nueva España, la consentida de España" "la belleza de los territorios de Nueva España es incomparable" "no se sabe si es hombre o mujer", el señor España lo presumía como una dama o caballero sin igual, pero no se sabía si era verdad por su forma de sobreprotegerla o sobreprotegerlo.

Eso despertaría la curiosidad de cualquiera, incluido comoRus o mejor conocido, Rusia.

Un joven país de piel muy clara, ojos verdes con un toque de amarillo y su pelo corto peinado elegantemente.

Un viaje en barco se oía pesado, pero era la única forma de llegar al "nuevo mundo" donde estaba España y sus colonias, entre ellas, Nueva España.

Rusia se tomó ese largo viaje sólo para ver a la tan sonada colonia española, su curiosidad era grande al igual que sus ganas por verle. Llegando a tierra firme, a la ya colonizada costa por lo que hoy conocemos como Nayarit, Rusia miraba asombrado las bellas costas, la linda marea y en si, la belleza del ecosistema, sin duda, no tenía comparación.

La hacienda donde estaba España con su más apreciada colonia, estaba a una hora de la costa en carruaje, tomaría tiempo pero lo valía, con tal de ver a ese misterio llamado Nueva España.

[...]

El carruaje llegó a un terreno extenso lleno de cosechas de maíz y caña, en menio de ambas cosechas estaba el camino que el carruaje andaba.

Delante se vio la gran e imponente casa de España, de color rojo con detalles amarillos y plantas alrededor, aparte de la casa estaba al parecer un gran patio por ambos lados que era protegido por murallas muy altas.

Rusia salió del carruaje con su traje elegante que lo hacía parecer como un príncipe azul, tomó un par de cajas del carruaje para luego ordenarle que se alejara y se pusieran en un lugar cómodo, camino con tranquilidad y emoción a la entrada principal.

Se paró en la enorme puerta de madera de roble, estaba a punto de tocar se escucho unos ruidos extraños, venían del muro del lado izquierdo, miró con curiosidad cuando de repente del muro salio trepando un joven.

Un chico de piel morena que parecía de porcelana, su pelo negro largo atado en una coleta baja con un liston rojo y sus ojos color café que con el sol se veían claros, vestía con unas telas delicadas rojas con detalles blancos, en su cara, una sonrisa de victoria.

De un momento a otro el chico brinco para llegar al suelo -huevos, me la pelaron otra vez- disfrutaba su victoria hasta que se percató que alguien lo estaba mirando.

Ambas miradas chocaron, los ojos verdes de Rusia encantaron al joven, y los misteriosos ojos del joven, el chico movió la cabeza de un lado a otro, se hacer muy rápido enfrente del chico para ponerle el dedo entre los labios -no le digas a nadie que me viste por favor, adiós- la voz del joven era dulce, delicada, como un suave canto.

Antes de que Rusia pudiera responder se escucharon voces del otro lado -¿¡joven nueva España!?- era l voz de damas, el chico sintió pánico a lo que sonrió nervioso para salir corriendo a lo que parecía un bosque grande con mucha naturaleza.

Rusia se quedó unos segundos procesando toda la información que le había llegado en cuestión de minutos.

Pará empezar, Nueva España era hombre, un hombre con rasgos androginos; dos, el chico escapó enfrente de sus ojos; y tres, el joven Nueva España era el único propósito por el que había venido al nuevo mundo. Por lo tanto, ya no tenía nada que hacer ahí.

Dejó botados los regalos para ir corriendo detrás de él, su curiosidad por éste nuevo mundo era increíblemente inmenso.

[...]

La joven colonia española corría hasta que llegó a lo que parecía ser su pequeño espacio personal, era un espacio entró dos rocas, tenía unas plantas encubriendo unas curiosas cosas.

Un cuchillo que parecía de las anteriores civilización que actualmente estaba siendo esclavizada; tortilla quemada junto a una especie de cepillo de dientes y un jabón que antes hacían los aztecas.

Nueva España se desprendía despreocupado de sus prendas cuando escucho unos pasos, no lo pensó dos segundos para tomar el afilado cuchillo, una rama que tenía cerca, quito su listón para amarrarlo rápidamente dejando su pelo largo despeinado.

Escucho como los pasos se intensificaron, se escondió velozmente detrás de la piedra y escucho atento -¿Nueva España?- era una voz distinta, con un acento raro, no lo había escuchado antes.

Escuchó que se acercaba, a lo que decidió enfrentarlo de frente, en un movimiento rápido quedó frente a frente apuntando directamente al cuello de él dueño de esa voz -¿oh?, eres tu, el chico de antes- dijo sorprendido y aliviado la colonia pero sin dejar de apuntar directamente al cuello del otro.

-S-si soy yo, por favor, ¿puedes bajar el arma?-

-no, no te conozco, y por tu acento, me imagino que no eres de aquí-

-colonia, deberías de ser más modesto conmigo, soy un país y tu una colonia-

-pero justamente ahorita yo tengo el pinche control cabrón, así que bajale a tu tono- Rusia respiro profundo para tranquilizarse, extendió la palma de su mano -creo que empezamos mal, buenas tardes, yo soy el país Rusia, un gusto verte Nueva España-

La joven Colonia no confiaba del todo, vio lo que pasó cuando sus mayores confiaron en un extranjero, esa historia se podría repetir -¿como sabes mi nombre?-

Rusia bajo la mano sabiendo que el chico no caería tan fácilmente -eres famoso por ser la colonia de España, el te ha presumido como un misterio, con decirte que me sorprendí de que eras un varón-

Nueva España soltó unas risas -¿que?, me querías coquetear o algo así Rusia mantuvo su mirada sería pero con un leve sonrojo por la pena -no te mentiré, pensaba hacerlo, pero veo que eres un varón- Nueva España decidió hacer una jugada que sabía que les desagradaba a los extranjeros, él estaba más que acostumbrado pero los otros lo miraban como un 'pecado mortal' -¿y eso que te detiene?- 

La cara del ruso se torno de un rojo carmesí, pero se reincorporó -para empezar, eres un varón y para terminar, me estás apuntado con arma-

La colonia recordó a lo soltó una carcajada, dejó de apuntar pero sin bajar la guardia -vaya, no eres tan intolerante como los demás, eso me agrada-

-¿te importa si te acompaño, para hablar un rato?-

-no, pero tengo que regresar antes del anochecer-

-es tiempo suficiente-







































-🦊

So, ¡nuevo libro!, pero no tengo mucho tiempo para escribir.

Y este si lo tenía planeado, no como el anterior ^ ^ y la portada está en proceso :D

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