Capítulo cinco - [ El último pecado.] Parte 1.

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Félix no quería problemas.

Todo lo que el siempre había querido mientras era demonio, lo que el pretendía hacer, era aprovechar la oportunidad de ser algo más que apenas un alma atormentada que sufría las consecuencias por su vida pecaminosa en la Tierra de una manera horrible en el infierno. El no quería vivir en uno de los Círculos infernales más profundos, donde allá el pecado sí era juzgado y castigado.

Félix sólo se quería divertir.

Realizar pactos era una pequeña parte de la diversión, y relacionarse sexualmente con humanos y otros demonios ( Incubbus, principalmente) era otra - gran - parte de la diversión de ser un ser de las tinieblas, que vivía por el pecado de carne.

Ahora, relacionarse con un ángel jamás se había pasado por la cabeza de Félix.

No estaba en sus planes, no estaba en su lista de deseos y ni el, que adoraba burlarse de las reglas, jamás pensaría que podría hacer algo tan estúpido cuando se relacionara con un enemigo.

Por que eso era lo que los ángeles eran: enemigos. Los demonios eran seres de las tinieblas, mientras los ángeles eran seres iluminados, divinos. Los demonios eran impuros, mientras los ángeles eran inmaculados.

Félix no tenía la intención de hundirse lentamente en un camino sin vuelta que siempre lo llevaría a los brazos de un ser tan puro como Hyunjin. No estaba en los planes del demonio que el arrancase la pureza del ángel con la disculpa de enseñarle sobre el placer y quitarle las dudas (im)pertinentes sobre algo que desconocía.

Pero sucedió.

Félix estaba ligado a Hyunjin de una manera que el mismo no entendía. El no comprendía como el ángel podía meterse consigo y no entendía como los eventos se habían desarrollado hasta llegar a aquél punto.

Ellos estaban en el infierno, Los dos.

Félix estaba asustado al pensar en la Tierra y lo que pudiera suceder si acaso el mentor de Hyunjin, un ángel llamado Bangchan, descubriese que ellos estaban juntos. Félix no pensó cuando cerró sus ojos con fuerza y dijera que él y Hyunjin no se podrían volver a ver, el no pensó en nada más cuando sus ojos se encontraron brevemente con los de aquél ángel que descubriría su relación con Hyunjin.

Félix no pensó antes de transportarse al infierno lo más deprisa posible.

Y entonces, las tinieblas lo engulleron.

Y todo lo que Félix sabía cuando abrió sus ojos era que estaba en el desierto del Valle de los Vientos, y él estaba allá también.

De algún modo, cuando Félix se transportaba hacia el infierno, Hyunjin le tomó del brazo y fue engullido junto a él por las tinieblas. El demonio no sabía siquiera que cualquier otra persona se podría transportar al infierno consigo de ésa manera, mucho menos un ser divino, un ángel.

Y viendo al más alto en el suelo con el rostro pegado en la arena, sus alas desfallecidas al lado de su cuerpo, Félix percibió que todo estaba peor de lo que el pensaba.

El ángel parecía inconsciente.

"¡Hyunjin!" Félix murmuró, levantándose con dificultad y corriendo hacia el ángel. Sus pies se hundían en la arena amarillenta y el viento se llevaba su cuerpo, aún debilitado por la transmutación fallida, de un lado para otro.

El demonio tocó el rostro del ángel, quitando los hilos largos de cabello frente a sus ojos, intentando hacer contacto visual para certificar si el mismo estaba cuerdo. Félix dio algunos golpes leves en las mejillas de Hyunjin, y sonrió minimamente al percibir que el mayor hacía una expresión de desagrado y abría sus ojos, pareciendo hacer un esfuerzo tremendo para completar tal acto.

(IM)puro [HyunLix-LixJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora