Estaba lloviendo afuera.
“¿A donde piensas que vas?” Félix gritó, caminando deprisa tras el ángel por las calles de la ciudad desierta, abandonada por la guerra que sucedía al otro lado del globo.
“¡Hyunjin!”El ángel se detuvo y giró sobre sus pies para encarar al demonio. Sus alas se agitaban mientras e volteaba, casi golpeando las mismas contra el más bajo, éste demasiado cerca.
“Entonces te acuerdas de mi nombre.” Hyunjin murmuró, serio.
Félix frunció el ceño, confundido. “¡C-claro que me acuerdo!”
“Entonces también debes recordar lo que me dijiste la última vez que nos vimos, ¿Verdad?” Hyunjin preguntó, levantando una ceja, obviamente irritado. “Me dijiste que si nos encontrábamos nuevamente seríamos enemigos y tú debes saber que los enemigos no corren atrás uno del otro como tú estás haciendo, entonces detente.
Hyunjin volvió a girar sus pies, volteándose de espaldas hacia Félix, listo para volver a su camino.
“¡Pero te robaste mi alma!” Félix gritó, sin importarle que era madrugada y que alguien pudiera escucharlos. “Tú sabes que no es así como funciona, la ley que Lucifer y Dios hicieron dice que el que llegara primero hasta el humano se queda con el alma!, Si llegásemos juntos nosotros iríamos a pelear hasta la muerte y fin. No existe nada sobre un ángel que llega en medio del proceso de la realización de un pacto y que robe al contratante de un demonio!”
La lluvia caía pesada sobre ellos y callaba los gritos. Algunos relámpagos cortaban al cielo, iluminando el escenario, pero estaba tan oscuro que ni la poca iluminación provenida de los postes conseguía iluminar la oscuridad que tomaba toda la ciudad.
“¿Realmente me estás diciendo éso?” Hyunjin preguntó, irónico, aún manteniéndose de espaldas frente al menor. “¿Quien te crees que eres para hablar sobre reglas rotas?
Félix mordió su labio inferior, sabiendo que el otro tenía razón.
“Además de eso, yo llegué al mismo tiempo que tú hasta donde estaba el alma, pero quería ver lo que harías, entonces me quedé observando.” Hyunjin dijo sonriendo, volviendo a caminar.
Félix suspiró y corrió hasta quedar frente al más alto, bloqueándole el camino.
“¿Qué es lo que quieres?” Hyunjin preguntó impaciente, mientras encaraba el rostro del demonio.
Félix mordió su labio inferior con fuerza y desvió la mirada. El no sabía lo que quería.
“¿Sabes cuanto tiempo ha pasado desde que no nos vemos?” Félix preguntó, sus labios curvándose en una sonrisa triste.
“Yo dejé de contar incluso antes de comenzar,” Hyunjin murmuró. “En el minuto en que huiste, y regresaste al infierno, desapareciendo entre las tinieblas, en ese momento yo dejé de contar el tiempo. No valía la pena.”
Félix sentía su rostro caliente, sin importar que la lluvia helada le golpeaba la piel. El no sabía que decir, por que continuar con aquella conversación heriría su orgullo, heriría las palabras que saldrían de su propia boca hacía tanto tiempo....
“Hace más de doscientos años, Hyunjin.” Félix susurró, aún sin encarar al mayor. “Yo también había dejado de contar, pero la niña me dijo en que año estamos y mi cerebro calculó aún sin que se lo pidiera, yo no...Hyunjin, doscientos años....Yo, “Félix engulló en seco, nervioso. “Yo sólo quiero saber como estás...”
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(IM)puro [HyunLix-LixJin]
FanfictionFélix, un demonio que realiza pactos con humanos, fue enviado hasta la tierra para una nueva misión, con el objetivo de conquistar otra alma más para llevar al infierno. Lo que el no esperaba era que el Cielo interfiriese en su trabajo rutinario y u...