Capítulo 5

437 32 16
                                    

Estaban acorralados. Aquellos puntos rojos resultaron ser los enfurecidos ojos de decenas de lobos furiosos.

     —Sonic, quédate detrás de mí. ... ¿Sonic?

Al no oír respuesta por parte del erizo, la gata se gira, encontrándose con este de rodillas en el suelo, temblando. Antes de que le diera tiempo a decir nada, se convirtió en Dark.

     —¡No! ¡Sonic, tienes que resistir!

Innumerables animales enfurecidos se abalanzaban contra nuestros protagonistas, abriendo sus enormes bocas con prominentes colmillos.

Aunque Sonic estaba convertido en Dark, parecía controlar casi al completo su cuerpo, pues luchaba contra las bestias y no contra su acompañante.

Blaze y Dark hacían todo lo que podían, pero cada vez aparecían más lobos de entre la flora. Difícilmente podrían salir de aquel problema. Sin poder ver esperanza más allá de huir, la joven espadachina agarra fuertemente la mano del erizo mientras entona su nombre. Este vuelve a su verdadero ser.

Ambos salen corriendo, apartando las hojas que aparecían en su camino.

     —¿¡Qué!? ¡No hay salida! —grita Blaze.

Un acantilado de varios metros de altura y anchura había aparecido ante ellos. Ahora sí que no tenían por donde huir. Los sedientos orbes rubíes podían divisarse hasta en las copas de los árboles.

Ambos, agarrados de la mano casi inconscientemente, dan lentos pasos hacia atrás, aun sabiendo que por esa parte tampoco tenían salida. En un descuido, el pequeño tacón de la bota de Blaze se atasca con una piedra, y esta pierde el equilibrio. El azulado agarra fuertemente su brazo, pero la bolsa con la herbaloysia que llevaba en su bolsillo se precipita al vacío, donde llega a ser invisible por la oscuridad. Blaze alza su otro brazo en un intento de agarrarla, sin éxito.

La de una coleta lavanda se incorpora y desenvaina de nuevo.

     —Escúchame, Sonic, esto es lo que haremos. Intentaré distraerlos lo máximo posible. Huye cuando puedas, regresa con Vanilla y explícale lo ocurrido.

     —¿Estás de broma? No voy a dejarte aquí.

     —Es demasiado peligroso. Son muchos, no puedo luchar y protegerte a la vez —le dice, mirándole a los ojos.

Los orbes verdes de Sonic se entristecen tras encontrarse con los Blaze. Mas él no duda, piensa quedarse a su lado.

De pronto, sienten una corriente de aire que llega desde abajo del acantilado. Tras alzar la vista, ven a Tails, volando con sus dos colas mientras agarra a Knuckles por sus axilas.

     —¿Knuckles? ¿Tails? —pronuncia la felina.

El equidna cae en el suelo de forma victoriosa y comienza a luchar de inmediato contra las bestias salvajes. Blaze se une a él. Con ayuda, ahora seguramente podrían salvarse. Tails, por otro lado, se quedó junto a Sonic, alejados del bullicio.

Tras varios minutos, las bestias habían reducido su número considerablemente, y las pocas que quedaban restantes se escabulleron de nuevo en las sombras, desde donde los ojos corintos de Shadow hicieron presencia durante un segundo, para luego desaparecer.

     —¡Eso ha sido brutal! —grita Knuckles, haciendo una pose con sus brazos, como si quisiera sacar músculo.

     —¿Se te ha caído esto? —cuestiona el zorrito amarillo, entregándole a Blaze la bolsita extraviada.

Las caras de Sonic y Blaze se iluminan. La felina guarda en su bolsillo la bolsita y pregunta:

     —¿Qué hacéis aquí? ¿Cómo me habéis encontrado?

【Monstruo】» SonazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora