II

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—Yo te dije que te durmieras temprano, tu nunca me haces caso— Chan tiraba de uno de los pies de Felix, tratando de que se levantara de la cama, mientras éste se quejaba—

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—Yo te dije que te durmieras temprano, tu nunca me haces caso— Chan tiraba de uno de los pies de Felix, tratando de que se levantara de la cama, mientras éste se quejaba—. Un momento, ¿por qué no me extraña que no me hagas caso?

—Ya voy, sólo cinc-

—¡Hace diez minutos me dijiste eso!— se quejó ahora él—. Además, tenemos planes para hoy, así que muévete.

Una vez más jaló de la cobija, pero Felix la soltó justo cuando ejerció más fuerza, haciendo que el pelinegro se fuera de espaldas, cayendo sentado en el suelo con la sábana en su cabeza.

Felix soltó una muy sonora carcajada viendo al chico en el suelo.

Chan comenzó a reír también, de sólo escuchar la risa del rubio.

—Okay— dijo el otro, levantándose del suelo, aún riendo—. Bien, ya nos reímos un poco, ahora apresúrate, que se hace más tarde.

Con unas sonrisa en sus labios, Felix se levantó de la cama, en dirección al baño.

Christopher por su lado, lo esperó en el cuarto.

Él estaba listo hacía ya una hora. Siempre le gustó estar listo antes de tiempo para poder tener un rato viendo al rubio hacer sus cosas, y grabar esos momentos.

Minutos después, el pecoso salió del baño con su ropa puesta, el cabello mojado, y dejando un rastro de olor a vainilla.

Chan lo siguió hasta la cocina, sentándose en la barra, viendo qué se haría de comer.

Lo vió sacar un hot cake que habían hecho en la tarde de ayer, junto con un envase de miel, y una cuchara.

Se dió la vuelta para meter a calentar el aperitivo, y buscar los vasos para su bebida.

—¿Quieres café?— preguntó de espaldas, tocando las tazas.

—No, ya comí, gracias.

Entonces sacó sólo una, yendo hasta la cafetera para preparar lo suyo.

Cuando tuvo todo listo, se sentó a comer frente a Chris, esperando que no se les hiciera tan tarde para sus clases.

—¿Estás listo para hoy en la tarde?— preguntó el pelinegro con una sonrisa, mostrando sus hoyuelos.

El otro negó, tomando un sorbo de café—. ¿Por qué quieres que haga esto? No le veo el caso si sabes que yo sólo te quiero a ti.

—No seas pesimista— rodó sus ojos—. Además, ya te dije por qué no podemos seguir juntos.

—Ser pesimista nunca mató a alguien— rió, pero sin recibir la misma respuesta del otro—. Bien, lo siento. La verdad es que no me siento listo.

Suavemente sonrió, esperando tranquilizar al rubio.

—Saldrá todo bien, he visto a ese chico y se ve que le agradas— acarició su cabello rápidamente—. Sino, yo estaré contigo. Sabes que mientras yo te acompañe, nadie puede lastimarte.

—Claro— bebió otro sorbo de su café, sonriente.

Se levantó luego de eso, dejando sus cosas en el fregadero sin tiempo a lavarlos pues llevaba restraso.

Pasó fugazmente por el baño para lavar sus dientes de una manera veloz.

Al final, tomó su mochila, y salió de la casa acompañado de Chan.

Caminar a la escuela era de sus actividades favoritas. A veces podía ser un poco aburrido, pero con la presencia del pelinegro, todo era siempre mejor.

 A veces podía ser un poco aburrido, pero con la presencia del pelinegro, todo era siempre mejor

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talking to the moon ✧ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora