Las notas de tu amor

Era una broma

Maratón 1/2

𝑨𝒈𝒖𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂 𝑷𝒂𝒍𝒎𝒂

No sé como no pude tropezar al correr tan rápido con los tacones.

Entro sin preguntar a la oficina de Cristina y me sorprendo al ver a Isabela darle una cachetada a Julio.

𝘌𝘴𝘰𝘴 𝘥𝘰𝘴...

Julio hace ademán de decir algo -como rogar- pero nota mi mirada y se calla.

Isabela voltea ver a la dirección donde me encuentro yo. Me mira pidiéndome que la saque de ahí. Yo como soy yo hago lo contrario.

Él no se que de Bela se sorprende cuando lo empujo afuera de la oficina. Aún así, no protesta y termina yéndose él solo.

Isabela, a mi lado, suspira un poco dolida.

-¿Isabela, estas bien?

Ella asiente sin decir mucho.

-¿Paso algo entre los dos?

Vuelve a asentir.

-¿Quieres contarme? ¿Fue por eso que no llegastes ayer a la cena?

Ella pareció acordarse de ello y me pidió perdón con los ojos.

-Perdoname, lo había olvidado por completo.

Sonreí.

-No te preocupes, además como no llegastes pensamos en invitarte hoy ¿Puedes? ¿Quieres?

Isabela asintió un poco entusiasmada.

𝑷𝒂𝒕𝒓𝒊𝒄𝒌 𝑺𝒎𝒊𝒕𝒉

-...Asi que ya saben alumnos. Nos vemos pronto.

Me levanté un poco indeciso, Axel no había llegado hoy a la universidad. Está fue la última clase y el ni siquiera asomó la cabeza.

¿Tendrá algo que ver con su amiga aquélla?

Apreté los labios.

No me gustaba que el se juntará con ella y eso de decirnos que nos gustabamos fue una broma.

Al menos para él...

𝙁𝙡𝙖𝙨𝙝𝙗𝙖𝙘𝙠:

Toqué el timbre un tanto enojado.

¿Enserio se le ocurre ignorarme por días y después llamarme sin decirme nada?

¿Solamente esperando a que llegue corriendo hasta él una y mil veces?

Esta loco si piensa eso.

𝘌𝘴𝘵𝘢 𝘭𝘰𝘤𝘰 𝘦𝘯𝘵𝘰𝘯𝘤𝘦𝘴.

Gruñi.

Axel tiene un extraño poder en hacerme hacer todo lo que él ordena.

Y estos dias me estaba matando.

¿Porque mierda me ignoraba tanto? ¿Que había hecho yo?

Esperaba que fuera por lo de el karaoke, que se haya puesto celoso.

Se muy bien que estoy loco por él y también sé que no siente lo mismo. Ese dia en el karaoke deseé que la canción que cantó fuera para mi, lo desee tanto que incluso me preocupó.

Cuando sus -bellos- ojos miel chocaron con los mios sentí una gran alivio y una corriente bajandome por todo el cuerpo.

-Axel...-Lo saludo.