Somos amigos

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𝐈𝐬𝐚𝐛𝐞𝐥𝐚 𝐒𝐨𝐮𝐳𝐚

Me froto la cabeza, joder ¿Por qué me duele tanto? Veo a mi alrededor, estoy en mi habitación.

Me levanto y entro a el baño.

Veo mi cara en el reflejo del espejo, estoy hecha basura, mi maquillaje está corrido, mi cabello parece un nido de aves y estoy con el mismo vestido corto de Giulia. 

Después de quitarme toda la ropa, entro a la ducha.

Debo ir a la discográfica y no aguanto la cabeza.

[...]

Suspiro y me dejo caer en el asiento del auto, antes de ir a la discográfica iré a donde Julio, quiero dejar la ropa de Giulia y llevarme la mía.

Después de unos 20 minutos estoy en la entrada de su departamento ¿Debería tocar?

𝐸𝑠 𝑜𝑏𝑣𝑖𝑜

Haciendo caso a mi conciencia, toco el timbre.

Un Julio adormilado me abre la puerta.

Su ceño se remarca al verme ahí.

—¿Qué haces aquí?—Pregunta con una voz extrañamente fría.

Señalo la bolsa en la cual vienen los zapatos y el vestido de su amiga.

—Quería dejar la ropa que Giulia me prestó.

Él se hace a un lado dejándome entrar.

Cuando llego a la sala veo a Giulia caminando con una camisa super grande.

Se va a la cocina y decido ir tras ella.

La miro sentándose a la par de su novio, el cual tiene un café enfrente de él.

No veo por ningún lado a Andrea y Jandino, porque lo que supongo que ellos no están, ya que no tomaron ni una gota de alcohol.

Alan está metido a un tazón al que creo que tiene cereal

A un lado de éste veo otro plato -con cereal también- que deduzco que es el de Julio.

El último mencionado entra en la cocina con solo pantalones.

Trago saliva.

Puedo ver su pecho desnudo, siento que se me secó la boca.

Él me voltea a ver con un poco de molestia en sus ojos.

Los demás parecen fijarse en mí, Giulia me ve curiosa y creo que llega a una conclusión, parece ser la única en entender que hago aquí.

Se levanta de la mesa y la veo desaparecer hasta entrar a su habitación.

Julio posa sus ojos mieles en los míos y eso hace que quiera fundirme en ellos por siempre ¿Qué coño estoy diciendo?

𝐸𝑠𝑡𝑎𝑠 𝑑𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑓𝑢𝑛𝑑𝑖𝑟𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠

¡Cállate!

𝑦𝑜 𝑚𝑒 𝑐𝑎𝑙𝑙𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎

—Julio ¿Podemos hablar?-pregunto.

Él asiente

Me alejo de los chicos y él me sigue, me detengo hasta llegar a una esquina de la sala.

—¿Qué es lo que quieres?-pregunta.

—¿Por qué estas molesto?

Rueda los ojos.

—No lo estoy.

—Claro que sí, estás muy frío conmigo.

—He dicho que no es así. Además, no sé porque te importa, total, tu y yo no somos ni amigos.

¿No me considera su amiga?

Bajo la cabeza.

—¿No lo somos?-pregunto.

Su ceño vuelve a aparecer en su cara.

—¿Por qué no se lo preguntas a tu amiguito ese?

¿Qué?

—¿Cuál amigo?

Él niega mientras ríe con sarcasmo.

—Al chico al que le dijiste que no somos amigos ¿Ya se te olvidó?

Oh Axel… el rubio al que saqué a bailar debido a los efectos del alcohol.

—Yo le dije así porque era un desconocido, no podía decirle que somos amigos. Según los demás, nos odiamos.

Él sonríe.

—Entonces ¿Somos amigos?

Yo asiento feliz.

Él me da un abrazo que hace a mi corazón palpitar más fuerte de lo normal.

¿Qué me está pasando?

Un carraspeo nos hace voltear a ver a quien nos interrumpió:

Giulia.

Ella tiene una sonrisa al vernos tan cerca, me separo de inmediato de Julio.

𝐼𝑠𝑎

¿Qué?

𝑇𝑜𝑐𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑠𝑢 𝑝𝑒𝑐ℎ𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑛𝑢𝑑𝑜, 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜.

Me sonrojo sin poder evitarlo.

—Aquí está tu ropa.

Vuelvo a subir mi mirada y con Giulia intercambiamos ropa.

Después de que le diga que le envié saludos a los chicos – que están demasiado dormidos para escucharla- Nos despedimos.

Voy a abrazar a Julio en modo despedida, pero mi celular comienza a sonar.

Saco mi celular de mi cartera pensando que es Cristina, pero no es así.

Es un número desconocido.

Me alejo un poco de Julio y atiendo.

—¿Aló?

—Hola Isabela...

Sonrío sin poder evitarlo.

—¡Axel!

—Veo que me recuerdas.

Doy una vuelta sobre mis talones , quedando frente a frente a Julio.

Quien me mira curioso, está a unos dos metros de distancia, pero aun así, puede verme directamente a los ojos y hacer que yo me quiera desmayar.

—¡Claro que sí! El baile de anoche fue sensacional dime ¿Cuándo lo repetimos? 

Veo que los músculos de Julio se tensan ¿Por qué?

—Cuando quieras, oye ¿Puedo preguntarte algo?

—Dime.

—¿Quieres salir conmigo? Me refiero como amigos.

—¿A dónde podríamos ir?

Decido empezar a caminar hacia la puerta e irme.

—No lo sé ¿Qué te parece la feria?

Sonrío.

—¡Me encantan las ferias! Dime la hora, el nombre de la feria y nos vemos ahí.

Me despido con la mano de Julio, pero este solo se da la vuelta ¿Qué carajos le pasa?

Las notas de tu amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora