El gran secreto

IN MEMORIAM ÁLEX CASADEMUNT (II)

El vagón, estaba sumido en el silencio absoluto. Ninguno de los que lo ocupábamos éramos capaces de pronunciar palabra. Algunos, gracias a la tila que Tony (el manager de Álex) nos había dado mientras esperábamos el AVE y a la noche de estrés, habían caído en un sueño profundo. Desde donde me encontraba, podía ver a David dormido y juraría que su expresión facial había ganado una nueva arruga en las últimas horas. Busta, sentado a mi lado miraba serio a un punto de la ventana, no había pronunciado palabra desde que nos habíamos abrazado esa misma mañana y me daba bastante miedo imaginar que se le podía estar pasando por la cabeza. Sentada al lado de David, Natalia también había sucumbido al cansancio que debía arrastrar, después del horror que habíamos vivido en mi casa. 

FLASHBACK NOCHE ANTERIOR.

Esa noche Miguel tenía guardia y Esther dormía con su padre así que tras la entrevista en el programa donde desde hace unas semanas trabaja Natalia, está pasaría la noche en mis casa en un intento de hacernos compañía mutua.

 Mientras yo eliminaba los restos de maquillaje de mi cara en el aseo anexo al salón , la gaditana revisaba sus redes sociales en el salón, desde donde íbamos a hacer una videollamada con Gisela y Nuria para tratar de ponernos al día. Estaba aplicando el último paso de mi rutina facial, cuando  Natalia soltó un grito ahogado que cambió radicalmente nuestros planes en esa velada. No podía ser real, Álex no podía haberse ido. ¿Cuántas veces se difunden bulos en redes? Estábamos casinseguras de que este sería uno más 

Tras varios intentos en vano de contactar con él, Natalia se encargó de llamar a Javian dada su cercanía con Álex y yo me puse en contacto con mi hermano para tratar de conseguir algún número con el que poder hablar de forma directa con su familia y recibir información veraz. Al mismo tiempo, entre Gisela y una nerviosa Rosa se pusieron a llamar a diferentes hospitales y contactos en prensa. Desgraciadamente y tras tres llamadas en las que su teléfono salía ocupado, fue Javián el que en medio de un dolor profundo nos confirmó que nunca más íbamos a ser dieciséis, él estaba totalmente destrozado, pues tras formar Formúla Abierta se habían convertido en hermanos. Entonces fuimos conscientes de lo que acababa de pasar y acordamos ponernos en contacto con el resto para  evitar que se enterasen de la misma forma en la que lo habíamos hecho nosotras.

 Era un poco tarde pues Parreño, Veronica, Mireia y Geno, también estaban enterados debido al grupo de personas que había subido la noticia a su perfil en las redes sociales. No era capaz, ni lo seré nunca de comprender porque la gente tiene tanta maldad y tanto afán de popularidad como para publicar algo así imcumpliendo todo tipo de protocolo. Ignorando las llamadas de periodistas que comenzaban a bombardear nuestros teléfonos, conseguimos contactar con Bustamante después de varios intentos y las dos de la mano,  fuimos llamando al resto para informales de la atroz realidad. Sólo nos quedaba contactar con David, que como siempre tenía el teléfono apagado, tras varios intentos le dejé un mensaje que se contestó en una llamada en la que lloré lo más grande al entender la situación que estábamos viviendo, presa de una tristeza extrema al haber perdido una parte tan importante de mi vida. 

FIN FLASHBACK

Cuando el tren entró en la estación de Sants, los que estaban durmiendo abrieron los ojos y una vez más no hicieron falta las palabras. Tony nos informó de que había prensa fuera y de que ya había llamado a los taxis que nos llevarían a casa de Álex. Así que, enfundados en nuestras gafas de sol y agradeciendo infinitamente el uso obligatorio de mascarillas, salimos hacia la parte donde un numeroso grupo de periodistas esperaban las fotos que muchos nunca hubiese querido realizar. 

Nos organizamos de forma que Bustamante y David se encontrasen alejados de los periodistas y el resto acordamos sin palabras guardar silencio pues no estábamos preparados para hacer ningún tipo de declaración ante las cámaras. Una vez conseguimos montarnos en los coches avisamos a los que vivían en Barcelona para que fuesen al punto donde habíamos acordado vernos para tratar de organizarnos. Íbamos a quedarnos en una casa que David tenía cerca del aeropuerto y que estaba totalmente apartada de la civilización. Como tantas otras veces habíamos hecho en los últimos años, nos organizamos rápidamente para reunirnos en el salón y comenzar una conversación. La gran diferencia es que esta venía motivada por la ausencia de Álex, quién solía ser el encargado de rebajar la tensión. 

Decidimos que esa misma tarde, unos cuantos visitaríamos a su familia, en Argentona y que al día siguiente iría el resto para por un lado cumplir las restricciones de la pandemia y por otro no aglutinar nos todos a la vez ante la prensa y evitar al máximo que se difundieran imágenes nuestras en unos momentos tan delicados. No tuvimos mucha suerte en nuestro afán de intimidad, pues mientras Manu abrazaba a la hermana de Álex en la terraza pudo ver a un fotógrafo en la terraza de enfrente, algo que enfureció a Bustamante que estaba dispuesto a ir en su busca, aunque afortunadamente Nuria le convenció para que no lo hiciese. 

Durante la mañana  y tras otra noche horrible llena de dolor ante la muerte de nuestro amigo , decidimos que durante unos días serían Verónica y Javian los que responderían a la prensa en las múltiples llamadas que todos estábamos recibiendo. Despedirnos de él fue muy doloroso y todos sin excepción volvimos a estallar en lágrimas cuando "Mi música es tu voz" resonó en los altavoces de la capilla. La vuelta a casa fue igual de dolorosa pues todos llevábamos una cicatriz sangrando ante la perdida de nuestro compañero.