Una tuit, desvela uno de los secretos mejores guardados de la historia del corazón español. Chenoa y Bisbal tuvieron una hija.
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Disclamer: esta historia nace desde el ca...
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Habían pasado un par de días desde que se hizo publico que David y yo éramos padres y todo era una gran locura. Teníamos periodistas de todas las agencias siguiéndonos la mayor parte del día a la espera de una imagen conjunta que no estábamos dispuestos a regalarles. Por suerte, El día después de nuestra aparición conjunta en Sálvame, Esther volvió a clase y afortunadamente si encontró un poco de normalidad. Sus compañeros de clase sabían la situación y se protegían entre ellos, lo que a David y a mi nos producía un gran alivio ya que no queríamos que su vida se viese afectada por esta situación.
Después del programa conseguí volver a mi casa sin demasiados problemas aunque al entrar en mi calle vi prensa en el portal y preferí aparcar el coche en el garaje directamente. Al llegar entre en redes sociales y la curiosidad mato al gato. Pese a que mucha gente entendía que habíamos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para proteger a nuestra hija y nos mostraba su apoyo y cario. Otros tantos resaltaban, sin faltarles la razón pero si las formas, que habíamos mentido al publico de manera descarada durante los últimos años, sobre todo yo que había manifestado en mas de una ocasión que no tendría hijos. Otros comentarios, los que menos, simplemente vertían un odio a mi parecer desmesurado sobre nosotros y me afectaron demasiado.
Para despejar mi mente lo máximo posible, me puse a ordenar el mueble que usábamos como biblioteca con los nuevos ejemplares que habíamos adquirido en los últimos días y que habían llegado durante mi ausencia en casa. Mientras me preparaba la cena, Miguel encontró un hueco en su guardia para llamarme y darme ánimos y me reí por primera vez en esos días. Nada mas colgar mi teléfono empezó a soñar anunciándome una llamada de mi hija, el punto de ni vida.
- Hola peque
- Mamá voy a cumplir dieciséis ya no soy pequeña por mucho que papá y tu os empeñéis en la idea contraria eh. ¿Cómo estás?
- Bien cariño de verdad, ¿tú como estas que es lo importante? ¿Había periodistas cuando llegaste a casa de tu padre?
- Unos cuantos, pero los cristales del coche de papá están tintados y no me vieron aunque papá estaba super cabreado con la prensa.
- Es normal mi vida, en unos días todo volverá a la normalidad te lo prometo.- senti a mi pequeña pensar si seguía hablando, quizá no queriendo preocuparme
- Lo sé mamá aunque es un tanto incomodo que haya tanta gente pendiente, en el descanso de las clases de baile fui con Rocío a comprar a la tienda de al lado y senti como la mujer me reconocía- senti una gran tristeza pues siempre había tratado de evitar su incomodidad en situaciones así, quería que tuviese una vida lo mas normal posible, aun así trate de disimular y bromee un poco.
- Y no será que llevabais el pelos super despeinado y se fijaba en eso la mujer- escuche su risa al otro lado del teléfono y me animé al escucharla feliz.
