— Tenemos que ir a Rusia.
TaeHyung le miró durante algunos segundos y asintió porque ambos sabían que tenían que hacerlo, no sabían quién era el que lideraba la mafia, durante tantos años no habían tenido esa información y ahora tenían que ir a meterse en la cueva del lobo.
— Saldremos en una hora, debes estar preparado para todo, sin embargo, la única prioridad son los niños, tienes que entender que Jungkook no importa.
Y fue en ése momento que le miró durante algunos segundos, consternación en su rostro seguramente la misma en los hombres que estaban en la habitación qué siempre le habían sido leales al Jeon.
— ¿Cómo?
Preguntó y el Kim le miró al mismo tiempo en qué tomaba asiento a su lado, sujetando su mano, entendía el rencor que le tenía porque de su parte era lo mismo y aún así, aún así era una persona, era la vida de una persona de la que estaban hablando.
— Yoon, no lo vale. Tú mismo lo dijiste, solo iremos por los niños, en lo qué a mí respecta JungKook puede quedarse ahí y pudrirse para siempre.
Él entendía, había sufrido años de humillaciones, de mentiras, y aún así no le desearía el mal ni a su peor enemigo, miró a TaeHyung qué dejó un beso en su mano.
— Él salvó a tú hija.
Le dijo mirándolo directamente, los ojos almendra le miraron con seriedad antes de que él Kim soltará un bufido.
— No cambia nada, Arin no me quiere, voy a salvar a los niños y listo, después veremos que hacer con ellos porque nosotros tendremos los propios.
Había algo que no le gustó en ésa declaración, estaba hablando de unos niños, de los hijos de JungKook, de SooBin y de su propia hija y aún así había tanta frialdad en sus palabras que lo hacía sentir incómodo.
— Señor Min, el jet está listo.
No dijo más nada, tan sólo se levantó de su asiento para colocarse un abrigo y caminar en dirección a la salida, con TaeHyung siguiéndole de cerca.
Algo, algo había cambiado para él en ése momento y temía descubrirlo.
...
Las dos camionetas estacionaron en una pequeña casa en el campo, más allá se podía observar una mansión que contaba con una enorme barda que seguramente protegía la propiedad.
Bajó siendo seguido por SooBin y los demás miembros del equipo que le acompañaban, los hizo entrar en la casa y entonces miró a la persona que les ayudaría, estaba cubierto con una pequeña sudadera que cubría su rostro por completo, al escucharlos alzó la vista y entonces fue consciente de JongIn quién se lanzó sobre... JiMin.
— ¡JongIn, no! ¡Está de nuestro lado, él es mí aliado!
Gritó al mismo tiempo en qué corría dónde el moreno sujetaba al pequeño doncel con una fuerza descomunal del cuello, tiró de su agarre intentando liberar al Park.
— ¿Has perdido la maldita cabeza? ¡Él se fue y dejo a los hijos de JungKook sin protección!
Tiró con más fuerza hasta que finalmente logró que lo soltará, entonces miró al rubio qué se tambaleó hasta sujetarse de uno de sus brazos.
— Él odia a SeokJin tanto como nosotros, está bien, lleva cinco años ayudándome con los planos, movimientos de los hombres, cámaras y demás. Confía en mí.
Pidió y entonces ambos miraron a SooBin caminar hasta donde JiMin, apretó la mandíbula cuando el Jeon menor miró al rubio con una expresión de dureza absoluta.
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What If [KookGi]
RomancePor qué YoonGi era el esposo perfecto del líder de la mafia, o al menos eso se creía...