¿No son increíbles las emociones? Nos hacen sentir tan llenos de vida. Pero a veces suelo preguntarme cómo es que algo tan hermoso puede llegar a ser tan destructivo.
Aunque tal vez sea solo yo.
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Pensé que había hecho algo cercano a la amistad aquí dentro, pero me equivoqué. Ya se ha ido. Le han dado el alta y ni siquiera me lo dijo. Me enteré un día después al preguntarle a uno de los guardias. Supongo que solo quería matar el tiempo conmigo.
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¿Te has llegado a sentir sólo?
No hablo de la simple soledad que suelen retratar en libros o películas y que deriva a ciencia cierta de la ausencia externa de compañía. No, no hablo de ello. Me refiero a otro tipo de soledad, uno mucho más agudo. Uno en el que [Sin darte cuenta] te ves a ti mismo aislado del resto de individuos. Te encuentras cómo en una especie de túnel que da hacia un laberinto estrecho, oscuro, vetusto desolado y sin salida.
Uno se siente incapaz de encajar en un rompecabezas [Obra del señor] ya completo.
Y lo peor es que tú mismo lo forjaste.
Sólo...sólo sobras ¿Me entiendes?
No haces falta. Para nada haces falta.
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Está mañana mientras divagaba a la hora del almuerzo, alguien me preguntó: "¿Para qué?"; Sí, para qué, ¿Para qué lanzarse de lleno hacia aquello que sabes con toda certeza te matará?, Casi como lanzarse a plena consciencia a las vías del metro, o saltar de aquel puente que da hacia el anillo periférico. Para qué, pues, fue su pregunta...¿Quieres saber que le respondí?, Bien, yo le dije que a veces necesito que duela para saber que estoy vivo, que aún existo.
"Va a matarte", me insistió él.
Yo le repliqué que, a veces, muchas veces, creo que ya estoy muerto. Al menos por dentro.
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En días así de grises suelo pensar que mi cordura pende de un muy, pero muy fino hilo. Si dicho hilo llegará a romperse, sería mi fin. No quisiera imaginarmelo pero ya lo he hecho, he trazado en mi mente al menos una docena de escenarios en los que todo termina muy mal.
Me vendría bien una copa con arsénico ahora mismo. Muy en el fondo creo que ya estaba condenado desde el día que nací.
¿Puede una persona tener dos mitades diametralmente opuestas entre sí?
Esta pregunta me ha quitado el sueño por noches enteras. Realmente no sé la respuesta. A veces creo que el bosquejo de culpa es falso, pero a veces también pienso que la ausencia de emociones lo es.
En síntesis diría que una de las partes no es real. Lo complejo es averiguar cuál de ellas es la falaz quimera que se esconde tras la... ¿ilusión?
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Soy Humpty Dumpty. Aquel personaje que cae, y no deja de caer.
Sólo sigue cayendo, y será así, indefinidamente, porque no es el quién decide cuando acontecerá la caída. Es como jugar a la ruleta rusa y siempre esperar lo peor de la situación.
La bala o el dinero, la vida o la muerte, el éxito o la derrota. El todo o la nada.
Yo me pregunto, ¿Cuál me tocará a mí?
Y tristemente, creo saber la respuesta.
