Cuando los Dioses bajan.

3. ¿Canadá, que es Canadá?

Zagreus

-Bueno...¿y ahora que?- volteó con mis hermanas después de que nuestros padres desaparecen.

-Supongo que presentarnos con Hestia- habla mi melliza.

-O quizá entrar a la casa, hace un frío casi igual que cuando llega papá- Macaria siempre tan linda

-Queridos mios, como su padre ya dijo, soy Hes-tía su tía- nos habló la pelirroja, riendo de su propia broma, la cual fue malísima, Macaria solo pasó por su lado sin decir nada para entrar a la que supongo era la casa de Hestia, Meli sonrió incomoda, de mi parte no obtuvo más que una mueca -Okey...pasen pasen- se hizo a un lado -sus cosas ya están en sus respectivas habitaciones los veré en un momento para el almuerzo- entramos sin decir nada, cuando íbamos en las escaleras escuché un susurro de parte de mi melliza.

-¿Es normal que desprenda tanta...alegría?- voltee a verla pero ella mantenía su vista en los escalones que íbamos subiendo.

-Supongo...no lo sé, la acabamos de conocer, papá jamás nos había hablado de ella- encogí mis hombros restándole importancia, vi cómo se metió a su habitación y yo me fui a la mía. Después de un rato bajamos de nuevo para el almuerzo.

Macaria

¿Porque se veían tan tranquilos? ¿Esto no los afectaba? ¿O simplemente no les importaba pasar tiempo lejos de nuestros padres?

-Hey...¿como sigues?- lo menos que quería en estos momentos era escuchar la odiosa y asquerosa voz de Zagreus, le eche un vistazo mientras me sentaba en la mesa.

-No sabía que les gustaba, así que les hice varias cosas, fruta recién picada, panqueques, pan tostado...- la mesa estaba llena de comida y Hestia tenía una expresión en su rostro reflejando lo mucho que se estaba esforzando por agradarnos, lástima, tanta alegría me abruma. -Pueden tomar lo que quieran, y si tienen alguna pregunta no duden en deci..- la interrumpí.

-¿Donde se supone que estamos exactamente?- tome un pan tostado y algo de fruta en un plato.

-En Canadá linda- me sonrió después de responder mi pregunta.

-¿Canava?- dijo el analfabeto de mi hermano.

-Creo que dijo Panamá ¿no?- le siguió Melione más tontos no podían ser.

-Dijo CANADÁ par de atrasados...espera ¿Canadá, que es Canadá?- la mire confundida, porque aunque sabía lo que había dicho, no tenía idea de qué o quién era Canadá.

-Es donde vivo sobrinos, y donde vivirán ustedes el año que estarán aquí, más específicamente en la ciudad de Vancouver- nos vio de forma extraña mientras nos explicaba -Hablando de eso, hay que tener unas cosas claras:
número 1: Nada de pod...- la explosión de una panqué la interrumpió, volteamos en esa dirección para ver a Zagreus fascinado por lo rápido que eso había resultado -Como decía, nada de poderes, ni dentro ni fuera de casa, si los usan su tiempo en el mundo mortal se extenderá- Zagreus palideció (si es que se puede más) al escuchar eso.

-Eso quiere decir que...-

-Sí, acabas de aumentar tu tiempo en la tierra Zagreus.
Número 2: Al igual que yo, tendrán una nueva identidad, sus nombres serán los mismos si así lo desean, pero tendrán apellido y apariencia distinta- siguió Hestia.

-¿Porqué debemos cambiar nuestra apariencia?- mire incrédula a mi hermana

-¿Crees que los mortales toman muy normal ver llamas en el cabello de otras personas?- conteste señalando su cabello verde con pequeñas llamas saliendo del mismo.

-Mac tiene razón pequeña renacuaja, deberás cambiarlo a un color más...¿mundano?- por una vez en su vida Zagreus me daba la razón.

-Exacto a ese tipo de cosas me refiero, iniciarán pasado mañana su preparatoria en una escuela cerca de aquí- Hestia se sentó y tomó un panqué, esperando pacientemente a que hiciéramos más preguntas.

-¿Que cielos es una preoatarioa?- estaban sordos hoy lo había confirmado.

-P R E P A R A T O R I A, aprende a escuchar antes de decir algo Zagreus...pero está en lo cierto ¿qué es una preparatoria Hestia?- los tres la vimos de forma curiosa y ella sonrió tranquilamente, solo lograba alterarme, necesitaba saber que clase de monstruo terrorífico deberíamos enfrentar aquí, y si "preparatoria" era un poderoso o débil rival.