~ Una Boda inolvidable~

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- Narradora -

-Atem.. mírate, como has crecido- afirmó Seth con lágrimas en el ojos
-¡Déjeme ir!- Yami se puso en pie rápidamente y se aparto de aquel extraño hombre -//¿Todos dentro del palacio están así de locos?// Mi nombre es Yami, y usted me dirá cómo puedo entrar al palacio- amenazó al gran Visir tomando la espada que yacía en el suelo

Seth se puso en pie, limpio las lágrimas de su rostro y pensó seriamente lo que debía o no hacer.

-Bien, te llevaré al palacio-

- Atsu -

Después de escuchar esa melodía el sueño se apodero de mí, sentí una calidez agradable que envolvía mi corazón. Fue la primera noche en mucho tiempo que pude descansar..

Ahora el amanecer se hace presente en Egipto, las antorchas se apagan y los preparativos de la boda se llevan a cabo.

-¡PRÍNCIPE ATSU!- mi mirada se centro en aquel trío de idiotas que entraban en el salón principal -Príncipe, esto es inaceptable-
-Primero decide casarse con una simple esclava-
-Y ahora no hará los protocolos para esta absurda ceremonia-
-Esta boda no puede llevarse acabo así-

Sus palabras inquietaron a los sirvientes que decoraban y preparan lo necesario para la ceremonia. Los murmullos comenzaban a escucharse, no toleraria que arruinaran mi boda.

-¡Escuchen bien trío de tontos!- ellos se sorprendieron por mis palabras -No estoy obligado a casarme con alguien de la realeza. Mi padre borro esa ley hace mucho, y desde ahora los protocolos ya no serán necesarios así que está boda se llevara a cabo les guste o no- hablé firmemente y sin apartar la mirada de los sacerdotes, quienes me veían con asombró y molestia -¡Que sigan los preparativos, quiero que todo esté listo para la ceremonia!- ordene, los presentes siguieron decorando y preparando el festín para los invitados de esta noche -Y ustedes pueden asistir o no, no me interesa en absoluto. Solo recuerden que para mañana ya no serán los sacerdotes de nada así que será mejor que estén lo más lejos posible de Menfis- Sentencie para después salir del Gran salón.

Hamadi, Neftis y Sebak siempre me han tratado con inferioridad y jamás me consideraron digno de ser Rey. Hubo un tiempo en que incluso creyeron que sería mejor que ellos reinarán Egipto.

Eso es algo que no voy a permitir.

- (T/N) -

Dos guardias de alto rango me escoltaron por el palacio a una nueva sala de las muchas que había aquí, después de lo que paso no tengo permitido estar sola. No muy lejos de la habitación en la que estaba antes había a una enorme puerta de madera.

-No tenemos permitido entrar aquí, así que la esperaremos afuera excelencia- expuso uno de mis escoltas.

Asentí y me dispuse a entrar al lugar, en cuanto atravesé el umbral de la habitación incontables mujeres se pusieron en pie e hicieron una reverencia. Eso solo me puso más nerviosa de lo que estaba, entonces la misma mujer que alguna vez intento golpearme, aquella a la que le temia Neb Het, se acercó a mi.

-Excelencia- hizo una reverencia y continúo -Mi nombre es Selk, yo me encargo de dirigir a las criadas que trabajan para usted en el palacio, y por el momento, también dirijo la Casa Jeneret-

= °El Príncipe de Egipto° = (Atem/Yami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora