= °El Príncipe de Egipto° = (Atem/Yami)

~La elegida~

ATENCIÓN:

De aquí en adelante usaré un nuevo método para escribir, espero que puedan entender.

(・∀・)

—(T/N).—

No, no podía ser él, Yami murió en Kaión.. él no podría estar aquí, además son totalmente diferentes.

Aquél sujeto extraño camino frente a todas las chicas que estabamos de pie en el gran salón. A cada una la observaba detenidamente, en su rostro se formaba una mueca de disgusto y pasaba a la siguiente.

Repitió el mismo patrón hasta llegar a mi..

—(Narradora)—

Atsu observó detenidamente a (T/N), logro notar que parte de su piel era diferente al resto al igual que su cabello. Eso le pareció extraño, así que con su mano acaricio la mejilla de la oji-azul limpiandola un poco.

En respuesta ella alejo su rostro de la mano del hombre frente a ella.

-Valla, así que tú eres diferente a las demás- hizo notar el oji verde -Normalmente todas las chicas ruegan por mi atención, pero si trato de tocarte te alejas de mí-

(T/N) no respondió, solo observaba detenidamente al tricolor, cada vez se convencía más de que ese sujeto frente a ella no era Yami.

¿Porque se parecían tanto entonces?

-¿No hablas?¿Acaso eres muda?- cuestionó nuevamente el tricolor, pero al no recibir respuesta comenzó a molestarse -Estas comenzando a fastidiarme, ¡vamos di algo!-

Atsu tomo el rostro de (T/N) con una mano, pero ella se atrevió a hacer algo que nadie más había hecho antes. Con la palma de su mano golpeó al tricolor en la mejilla al mismo tiempo que lo empujaba lejos de ella.

De inmediato los guardias la hicieron arrodillarse y con las puntas de sus lanzas amenazaban con cortar su cuello. Las demás chicas estaban muertas de miedo, Atsu poco a poco se reincorporaba.

-¡¿Mi señor está bien?!- cuestionó uno de los guardias -¡Maldita ramera, irás afuera con los esclavos a pudrirte en el barro por el resto de tu vida!- los guardias tomaron las muñecas de la oji-azul y la levantaron del suelo
-¡Alto!- ordenó el tricolor -Fuiste muy atrevida al hacer eso..¿Sabes quién soy yo?- pregunto de pie frente a ella
-Eres un asesino al que no le importa acabar con la vida de inocentes con tal de obtener lo que quiere- respondió la rubia con odio en sus palabras

Eso impacto a Atsu, nadie jamás le había respondido de esa forma, pero ¿Asesino?, Eso fue algo que no entendió.

-No soy un asesino, soy una persona tan amable y compasiva como para convertir a una fiera del desierto como tú, en Reina de Egipto-

—(T/N).—

Mis ojos se abrieron llenos de sorpresa.

¿Qué demonios había dicho este idiota?

-Escuchen todos, déjenla libre ahora mismo, ella es la elegida, ¡Selk! ¡¿Dónde rayos estás?!- exclamó
-A-aquí estoy mi señor..- dijo la misma mujer que antes había intentado golpearme, ahora se acercaba con la mirada hacia el suelo
-Limpien a la chica, vistanla con la tela más fina y con las mejores joyas, ¡Seth!- volvió a llamar a otra persona
-¿Si mi señor?- respondió un hombre mayor detrás de él
-Prepara todo, la boda será mañana al atardecer-