❝Donde Yeonjun y Soobin
son hermanos. Yeonjun
es tan tierno y dulce,
Soobin solo lo mira como
su hermanito menor hasta
que se da cuenta que entre
los dos existía una fuerte
atracción y algo más grande
que un capricho.❞
➽ Adaptación Autoriz...
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Yeonjun se había despertado temprano por la mañana moviéndose en la cama, sintiendo los brazos de Soobin en su cintura. Sonrió, ahora se dispuso a mirar su hermoso y tranquilo rostro aunque por la pelea que había tenido el día anterior este se encontraba con los golpes un poco más marcados y morados, pero seguía siendo guapo. Escuchó la voz de su madre llamándolo, luego la puerta de su habitación siendo abierta, todo aquello lo podía escuchar debido a que su habitación no se encontraba tan lejos de la de Soobin.
Al instante una alerta roja se encendió en su cabeza, maldijo mientras dejaba su tranquilidad y calidez de lado para despertar al mayor.
—Hyung, viene mamá —agitó su cuerpo con fuerza pero sin llegar a herirlo.
Soobin abrió sus ojos mirando al menor que sonaba preocupado. Yeonjun rápidamente lo cubrió con las sábanas hasta su cabeza. Minutos después su madre entró en la habitación del mayor de sus hijos.
—Yeon, estaba preocupada por ti —sonrió tranquila—. Me da gusto que estés con tu hermano.
—Perdone si la asusté, ayer me quedé estudiando hasta tarde y hyung me ayudó —le mintió.
—¿Soobin todavía no despierta? —preguntó. Yeon negó.
—No, aún no, ayer nos dormimos realmente tarde.
—Está bien, cariño. Despiértalo y bajen a desayunar, se les hace tarde para la escuela.
Yeonjun le sonrió con cariño después de asentir. La mujer se giró para salir de la habitación de sus hijos. Al escuchar que ya bajaba las escaleras Soobin se quitó las sábanas riendo mientras miraba al menor.
—Eres un mentiroso —lo miró pícaro, sin dejar de sonreír—. Me gusta...
Yeonjun se rió un poco, apartando las manos de su hermano de su cintura y al fin levantarse. Soobin lo miró con un puchero en sus labios, Yeonjun sonrió ante ello.
—¿A qué se debe ese puchero?
—Quiero quedarme en casa contigo abrazaditos mientras dormimos —le dijo.
—Ayer falté, hoy no puedo hacerlo.
—Lo sé —bufó—. Tampoco quiero que me vean en este estado.
—Tengo la solución. Beomgyu me enseñó cómo cubrir moretones, aunque en su caso eran chupetones —dijo sonriente.
—Supongo que Beomgyu tiene una vida muy activa.
Yeonjun negó, su amigo había tenido algunos novios pero nunca fue una etapa tan alocada, era lo normal de un adolescente conociendo el mundo de adultos. Claro, algunas veces se encontró con otras personas por solo una noche, pero paró cuando comprendió que era lo que quería para su futuro y su persona.
