❝Donde Yeonjun y Soobin
son hermanos. Yeonjun
es tan tierno y dulce,
Soobin solo lo mira como
su hermanito menor hasta
que se da cuenta que entre
los dos existía una fuerte
atracción y algo más grande
que un capricho.❞
➽ Adaptación Autoriz...
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Ambos chicos llegaron a casa riendo de cualquier comentario divertido que salía de sus bocas. Yeonjun iba de la mano del mayor mientras sonreía hermosamente, pero esa sonrisa se borró cuando llegaron a la puerta de su casa. Soobin miró a la chica con una sonrisa, en ese momento Yeonjun soltó sus manos para mirarla sin ninguna expresión.
La chica estaba por llamar a la puerta, pero la voz de Soobin la hizo girarse y mirarlo.
—Yoo —la llamó sonriente.
Ella también sonrió, tan emocionada al mirar al chico.
—Binnie oppa, estaba a punto de llamar a la puerta.
—¡Oh! Llegamos a tiempo. Justo regresamos de comprar, mi hermanito y yo ¿Sucede algo? —preguntó sin borrar su característica sonrisa amigable.
Yeonjun suspiró, rodando los ojos sin que ninguno de los dos lo notara para pronto meter una de sus manos al bolsillo del pantalón de su hermano. Sacó las llaves, caminando hasta la puerta sin mirar a aquella joven que lo miraba atenta y sonriente. Logró abrir la puerta para entrar en casa sin detenerse a saludar o mirar atrás. Yoo había cambiado su sonrisa por una mueca de confusión ante su falta de educación, pero al regresar la mirada a Soobin, aquella preciosa sonrisa volvió a su rostro.
—¿Quieres pasar? —la invitó, mirando como ella asentía feliz.
Entraron en casa escuchando la puerta de la habitación de Yeonjun cerrándose con fuerza, creando un fuerte sonido en toda la casa. La chica dio un pequeño salto por el estruendo, luego siguió sonriendo apenada.
Soobin tomó lugar en el sillón seguido de la chica que se sentó junto a él. Ella lo miró con cariño para acercarse y dejar un besito en una de las mejillas del mayor. Soobin sonrió ante lo tierna que se miraba, la chica estaba muy bonita y con sus mejillas sonrojadas se veía realmente adorable.
—¿Están solos? —preguntó curiosa.
—Lo estamos, mamá y papá llegan tarde hoy.
Yoo sonrió divertida, pronto subiéndose a las piernas del mayor. Soobin la tomó de su cintura para bajarla, pero lo único que logró fue mover el trasero de Yoo en sus muslos. La chica sonrió, dando un pequeño salto que los hizo soltar un pequeño gemido.
Soobin negó con los ojos cerrados, Yeonjun estaba en la misma casa y en cualquier momento podía bajar y encontrarlos en esa posición tan comprometedora.
—Yoo... —suspiró.
A pesar de que ya había tenido relaciones sexuales con Yeonjun sin ningún problema por ser chico, todavía le seguían atrayendo las mujeres y Yoo era la chica por la que estaba babeando, así que al tenerla en esa posición era difícil para él.
—Vamos a tu habitación, oppa —suplicó en un susurro.
—No podemos, Yoo... —la bajó de sus piernas—. Es por Yeonjun... No le podemos hacer esto.
