El fin de semana te despediste de tus padres.
Ellos ya estaban enterados del tema y firmaron una carta de consentimiento donde la UA se aseguraría de mantener tu integridad, aunque no le viste tanto sentido pero igual ellos firmaron. Aizawa junto con el director te ayudaron a llevar tus cosas y para el lunes en la tarde estabas en tu nueva habitación. Con bastante espacio y es que esos dormitorios estaban pensados para los docentes, aunque no los usaban con frecuencia, todos alguna vez se habían quedado.
O al menos eso te dijo Aizawa.
Otro caso excepcional ya que el tenia su residencia en las instalaciones de la UA, una pequeña confidencia que te dijo cuando llevó la ultima caja de tus libros.
— Puedes explorar, solo esta Mindnigh pero creo que sigue dormida - dijo mientras dejaba la caja en el suelo.
Comenzaba a hacer calor, por lo que llevabas una blusa de tirantes y jeans amplios. Aizawa por otro lado iba todo de negro pero los brazos descubiertos, era extraño verlo con ropa que fuera su traje de héroe.
— Ten cuidado en ir a la zona oeste, hay normalmente nos quedamos los hombres.
—¿Usted también se ha quedado? - preguntas curiosa.
— Por el momento tengo mi estadía aquí.
Tu mirada de asombro le saca una media sonrisa al profesor.
—Esta es la contraseña del Wi-Fi, no la compartas - dice entrecerrando los ojos - y a la vuelta esta mi numero, llámame si necesitas algo.
Y con eso se retiro a su habitación.
Estabas recién bañada y con la piyama puesta, un sencillo pantalón y blusa a juego de tela ligera en colores grises. Te abandonaste al sueño en cuanto tocaste la cama, sabias que eso pasaría por lo que dejaste una alarma a tope.
En tu sueño sentías algo sobre ti, a alguien sobre ti. No era molesto, mas bien agradable. Estaban envueltos en un abrazo y sus manos se paseaban por tu cuerpo, primero de una manera reconfortante. Conforme el sueño avanzaba los toques eran mas atrevidos, mas específicos. En lugares donde tu piel comenzó a hormiguear y la sensación de atención en tu zona baja se manifestó.
Esa persona notó esas peticiones silenciosas y bajo sus dedos hasta la zona entre tus piernas, con suaves caricias hizo que suspiraras y tus caderas se movieran a su ritmo.
La voz masculina se llamo por su nombre, mientras lo sentías besar tu cuello. Te llevo hasta una liberación de calor en esa zona de tu cuerpo que te hizo gemir y jadear. Estabas extasiada y cuando buscaste los ojos de ese misterioso hombre te topaste con una mirada cansada pero llena de deseo.
— Profesor.
Canción de la alarma: Cleopatrick - The Drake.
El riff de Cleopatrick hizo que te levantaras aturdida.
Apagaste tu alarma y con vergüenza te quitaste las sabana de encima, estabas húmeda de la entrepierna.
Habías tenido un sueño húmedo con tu profesor.
Eso te había pasado dos veces, con un novio que si bien tuviste algunas travesuras jamás llegaron a terminar esos jugueteos. Pero esto era diferente, habías soñado con tu profesor. Tu cara ardió de vergüenza y te cubriste con las manos, buscando disminuir la cruda moral que estabas teniendo.
En definitiva Aizawa sensei jamás tendría algo contigo, te repetiste ese pensamiento una y otra vez mientras te alistabas para ir a tus practicas. Arreglaste tu cabello, te pusiste tu traje y una vez lista, saliste de tu dormitorio. En el pasillo Aizawa te esperaba, ya no llevaba su traje de héroe. Solo una playera clara y pantalones oscuros, de nuevo era extraño verlo con esa apariencia.