Capitulo 5

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POV Aizawa.

Incorrecto era una palabra corta para mis sentimientos.

Inmoral, indecente, todos los sinónimos posibles en todos los idiomas actuales y antiguos. Esto era una total traición a mis convicciones y valores, que durante años me rigieron y llevaron al camino de la docencia. Tenia un aprecio y carga por las futuras generaciones de héroes, porque sabia lo esencial que era darles una excelente preparación.

Durante todos mis años de docencia descarte la posibilidad de algo más en mis relaciones.

Ni si quiera accedí a conocer mujeres cuando Mind me insistió en citas a ciegas, detestaba esa forma de relacionarse. Y si bien hubo momentos donde salí con mujeres no llegaban a durar demasiado, tampoco funcionaron las amigas con derechos porque siempre quedaba mal por cuestiones del trabajo o a veces no quería salir. En fin, era algo huraño. Asi que estaba feliz con mi soledad ya que nadie me había gustado lo suficiente para esforzarme en cambiar mi estilo de vida.

Hasta ahora.

Poco mas de dos años conviviendo con ella me habían hecho ver las cualidades que ella tenia, verla desarrollar y madurar sus virtudes fue todo un privilegio y si bien estaba en su ultimo año, aun tenia mucho que aprender. Pero tenia mucho que dar y un potencial que estaba despegando, lo sabia de primera mano por los comentarios que la agencia había dado. Seria perfecta para tres agencias que tenia en mente, por suerte dos de ellas estaban en sus opciones de acuerdo con las encuestas que se habían realizado hace poco.

No quería que se fuera.

Aunque era inevitable y desde que entró sabía que este momento llegaría, no lo hacía menos doloroso. Pensar que no la vería por los pasillos o riendo en el salón hacia que mi cerrazón se contrajera, dolía. 

Era un egoísta.

Porque quería pasar mas tiempo con ella, aun cuando eso estaba mal. Porque la quería solo para mi, aun cuándo fuera un abuso a mi posición como su profesor. Porque había fantaseado con ella tantas veces que me encontré en una posición sumamente inmoral y lasciva pensando en ese precioso cuerpo. 

Me detestaba.

Y la amaba.

— Espero que hayas dormido esta tarde . digo arqueando una ceja en su dirección.

Ella me ve desconcertada por un momento hasta que la veo relajarse y sonreír, esa sonrisa.

— Descuide sensei, sobreviviré con seis horas - su voz es suave y tierna, aun así no sonó infantil.

No puedo evitar sonreir por ese detalle y ella hace lo posible por evitar mi mirada.

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Por los cielos, esa sonrisa

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Por los cielos, esa sonrisa.

Tuviste que desviar la mirada a causa de tu sonrojo, esa era una de las pocas sonrisas casuales que el profesor te había dado. Estos días habias tenido la oportunidad de conocerlo un poco mas, con las platicas casuales que tenían en el auto antes de que bajaras hacia la agencia. Hasta ahora sabia que en efecto vivía solo, a veces acogía a gatos callejeros y que eran sus animales favoritos.

Bigotes y Café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora